“La felicidad humana generalmente no se logra
con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces,
sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días”
Benjamin Franklin
Se llegó la fecha y quedó demostrado que los malquerientes de Esthela Gutiérrez, la Secretaria de Educación, estaban equivocados.
Los que juraban que su salida estaba pactada y que únicamente estaban esperando al festejo del Día del Maestro para que los profesores la abuchearan frente al Gobernador se quedaron con un palmo de narices. El abucheado fue otro, el líder sindical Guadalupe Castillo, que se ha ganado a pulso el repudio del magisterio por el fraude con los seguros de vida.
La doctora Gutiérrez ha corrido con suerte y ha sorteado durísimos temporales, no por sus habilidades ni las de su equipo, sino por la simple razón de tener aguante y piel correosa, además de que la agenda y las circunstancias fueron cambiando y ya nadie se acuerda de muchísimas cosas.
Por ahora Esthela la ha librado, lo cual no significa que haya resuelto sus pendientes que, cuales fantasmas, volverán del pasado para hacerle padecer insomnio, el mismo que en próximas -muy próximas- fechas padecerá una buena amiga suya, la Secretaria de Desarrollo Social, Luz Natalia Berrún, quien desde los escándalos ha mantenido un bajísimo perfil, tan bajo que le puede costar la chamba.
Pero no serán sus escasos resultados los que pongan en la picota a Berrún, porque es necesario decir que Desarrollo Social debería ser una de las áreas con mayor proyección y de las que más dividendos políticos y sociales le debería entregar al gobierno del Bronco, pero no es así.
En cambio, circulan rumores de que en breve se desatará un escándalo relacionado con un importante incremento en el monto de la nómina de honorarios de la dependencia a su cargo, que afirman se disparó en comparación del nivel que tenía al cierre de la administración de Rodrigo Medina.
¿Correrá Berrún con la misma suerte? Eso nadie lo sabe, pero los escándalos siguen y seguirán.