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17/05/2016

Silencio

 “A veces, el silencio es la peor mentira”
Miguel de Unamuno

Serán los tiempos modernos, pero no alcanzo a comprender a los políticos y mucho menos a los “encargados de comunicación”, “jefes de prensa”, “enlaces” o como gusten llamarles.

Y no les entiendo porque ante el señalamiento, ante la acusación, ante el cuestionamiento, prefieren esconderse, enterrar la cabeza como el avestruz, hacer “como que la Virgencita les habla” o desentenderse, fingiendo que no se enteran, cuando están más que enterados.

No les entiendo porque el mismo puesto que hoy ocupan yo lo he ocupado muchas veces, en muchas trincheras, por muchos años y nunca, jamás, me he comportado así.

Perdón, pero yo fui a otra escuela.

Es cierto, están ahí no para servir a los periodistas, sino para defender a una institución, que no a sus jefes, pero nunca será el silencio la mejor de las armas. Están ahí para servir de vínculo entre la ciudadanía y los gobernantes o los políticos, utilizando el puente que les brindan los medios de comunicación y los periodistas.

El silencio es el recurso de los cobardes, de los apocados, de los sin ideas, de los que prefieren arrodillarse por un sueldo y se justifican con infamias y calumnias, con mentiras, que esconden su incapacidad diciendo: “es que ese de seguro quiere dinero”, porque eso es más sencillo que argumentar y posicionar una defensa, es más fácil que ponerse a pensar y trabajar.

No ha sido uno, en los últimos tiempos han sido muchos los funcionarios, diputados, líderes de partidos, los que han guardado silencio junto con sus “responsables de prensa” en una moda que me preocupa porque termina hablando mal de la profesión y porque denigra una labor que debería realizarse de una manera muy diferente.

Lo siento, pero la mediocridad campea y se va haciendo mayoría, emulando aquellas elecciones en las que la opción es buscar “al menos malo”.

No se trata de recibir un reclamo o una mentada de madre a las 6 de la mañana, sino de plantear estrategias, textos y versiones que desmientan, clarifiquen y brinden luz a la ciudadanía. Si antes me acostumbré a las amenazas y los chantajes, recibir una llamada o un correo electrónico a deshoras es lo de menos.

Pero el silencio me entristece, porque es sinónimo de incapacidad de los “jefes de prensa” y de sus jefes que creen que haciéndose tarugos resuelven los problemas y si eso piensan de los medios de comunicación, debo asumir que igual creen que ocurre con los verdaderos problemas de la comunidad.
¡Qué pena!

ftijerin@rtvnews.com