“Si lo que vas a decir no es más bello que el silencio: no lo digas”
Proverbio árabe
No ocupará los grandes titulares ni será motivo de escándalo, pero en medio de la enorme cantidad de opiniones vertidas ayer por la visita y pronunciamientos de Donald Trump (casi todas en contra), la declaración hecha por Jaime Rodríguez Calderón, gobernador de Nuevo León, no deja de asombrar.
Dijo “El Bronco”: “Nosotros siempre hablamos mal de los ‘gringos’, pero los ‘gringos’ no votan en México y nunca se meten con nosotros en decir quién puede o no ser Presidente” y remató: “Obviamente Donald Trump es cuestionado por los mexicanos, pero ninguno de los mexicanos votamos en Estados Unidos”.
El gobernador se equivoca de cabo a rabo. No se trata de la elección en los Estados Unidos, sino de los agravios que Trump le ha hecho a los mexicanos en sus discursos, de los insultos, de esa fácil generalización en la que nos ubica a TODOS como narcotraficantes, violadores y otras lindezas.
Jaime comete el mismo error de Trump y muy a la ligera generaliza cuando dice: “Nosotros siempre hablamos mal de los gringos”. ¿Quiénes somos “nosotros” señor gobernador? Yo no lo hago, tengo familiares y muchos amigos en Estados Unidos de distintas ascendencias y orígenes, nacidos ahí o inmigrantes, como he tenido la oportunidad de conocer y tratar a muchísimos paisanos que han ido a dejar a ese país sangre, sudor y lágrimas por la falta de oportunidades de las que son culpables nuestros gobiernos.
¿Es que acaso no han ido muchísimos habitantes de Pablillos y Galeana a trabajar a los campos del otro lado a falta de opciones en su tierra? ¿Acaso no han regresado algunos con el sueño incumplido y otros con los dólares en el bolsillo?
He conocido de cerca la historia de hermanos centroamericanos que lo dejan todo en la búsqueda de una posibilidad de ganarse la vida, desesperados porque en su país no pueden estar peor.
La declaración de Rodríguez Calderón es sólo una más, pero por su contenido deja ver una absoluta falta de preparación en el mensaje, de anticipación de su equipo para prepararle una respuesta más acorde con el sentir de las mayorías o de perdido más política y menos insulsa.
¿Es así como quiere ganar la presidencia en el 2018 contraponiéndose a una tendencia generalizada a nivel nacional?
Al final nada pasará y ni Trump ni Peña Nieto se enterarán de la opinión del gobernador de Nuevo León, pero queda claro que contestar “a bote pronto” diciendo lo primero que se te ocurra, no es lo que los nuevoleoneses esperamos y mucho menos merecemos del titular del Ejecutivo.
