“Porque hay momentos que te marcan para siempre…”
Yomero
La ceremonia del Grito de Independencia es para mí algo especial. Me ha tocado la oportunidad de vivirla con gobernantes de distintos niveles y en los más increíbles lugares de nuestro país, sin embargo creo que esa profunda emoción que en mi despierta viene de hace muchísimos años, casi 50, cuando siendo un niño la presencié en mi queridísimo Melchor Múzquiz, Coahuila.
Recuerdo, como si fuese ayer, aquella noche de finales de los 60’s cuando siendo alcalde don Manuel Padilla Ortiz, desde el frontispicio del Palacio Municipal hacía tañer la campana y evocaba con sonora voz los nombres de nuestros héroes patrios. Ese momento se quedó grabado en mi mente para siempre.
El México de hoy es distinto y muchas cosas han sucedido desde aquel entonces, pero la fecha me sigue haciendo vibrar, sigue exaltando mi sentimiento de mexicanidad y esa sensación de pertenencia a un pueblo del que me siento orgulloso.
Por eso hoy que escucho voces que reniegan del gobierno y que llaman a no tomar parte en nuestra fiesta cívica no puedo menos que sentir pena, porque México no es un gobierno o un presidente, México somos nosotros, México somos todos y el Grito no es una fiesta del presidente en turno, es nuestro recordatorio permanente de que un día, hace muchos años, los mexicanos decidieron independizarse.
A casi 50 años hoy quiero rendir homenaje y testimonio de agradecimiento a aquel hombre que, sin darse cuenta porque simplemente cumplía con la misión que tenía encomendada en ese momento, despertó este sentimiento en mi. Y también, como buen mexicano que me precio de serlo, quiero gritar con fuerza y emoción: “¡Viva México!”.
