“Si robé, pero poquito”
Layín
El primer informe de Jaime Rodríguez Calderón puede ser visto desde muchas ópticas, ya que está plagado de detalles de forma y fondo, sin embargo, lo relevante es el efecto logrado con los dos anuncios finales: la requisa de la Ecovía y la suspensión de las pedreras.
Tras el primer impacto conseguido tras el fervoroso anuncio en el Congreso, los operativos coordinados y su transmisión en directo por Facebook, conforme fueron pasando las horas se pudo saber el alcance real de las medidas, mismas que pareciera las dictó “Layín”, porque resulta que la Ecovía sólo está “un poquito” requisada y las pedreras “un poquito” suspendidas, en tanto unos y otros arreglen las deficiencias que presentan.
Lo de las pedreras se resolverá en corto, filtros, riego y químicos, controlarán las emisiones de polvo, de manera que volverán a operar y habrá que ver si el resultado no es el incremento en la molestia de los quejosos.
En donde seguro se complicará será en la Ecovía, porque los camiones del sistema no los venden en el Oxxo, ni los pides a Amazon. Por las características del sistema (un carril confinado que no está confinado) resulta difícil culpar a los operadores de los accidentes, frenones bruscos y demás; ¿tienen la culpa los concesionarios de que se ponchen las llantas? Claro que no, pero sí de no renovarlas y dar mantenimiento.
El asunto es que tal pronto, tal vez en unos meses, quienes operan el sistema estarán en posibilidad de regresar, para encabritamiento de los usuarios.
La apuesta lleva aquí, en la Ecovía, un doble riesgo: con la requisa la gente creerá que se van a resolver los problemas de forma mágica, y eso no sucederá, porque la operación del gobierno no agrandará las unidades, ni aumentará la frecuencia de paso; ¿van a meterle dinero público a arreglar las unidades descompuestas? Sinceramente lo dudo.
Jaime Rodríguez Calderón ayer pasó la aduana del primer informe y ganó tiempo. El problema es que nadie sabe cuánto tiempo.
