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19/10/2016

Elefante

“Una persona perezosa es un reloj sin agujas,
siendo inútil tanto si anda como si está parado”
William Cowper

Desde su creación la Comisión de Transparencia y Acceso a la Información Pública de Nuevo León ha sido un costoso elefante blanco para los nuevoleoneses.

Siempre en medio del escándalo, con una escasa o nula productividad, la institución es vista como un botín por la mayor parte de los integrantes que han pasado por ella, que por algo la pelean con uñas y dientes.

Su show más reciente tiene toda la traza de ser un reparto del botín entre malandros.

Cuando Sergio Mares llegó por vez primera a la presidencia de la Comisión, encontró en Juan de Dios Villarreal un férreo opositor, que a todo le ponía peros y trabajas, porque obvio peleaba sus intereses; Mares transcurrió su periodo con más pena que gloria y un día hubo de dejarle el cargo a Jorge Alberto Ylizaliturri Guerrero, pero sólo por poco tiempo, porque los antaño enemigos -Mares y Villarreal- se pusieron de acuerdo para perpetrar un golpe de estado y sentar de nuevo en la presidencia a Mares.

Con una votación de dos a uno, no se requiere ser un genio para entender el pacto: Mares le hizo ver a Villarreal que divididos no podrían tomar control y que era mejor unirse, así que a cambio de su voto seguramente le prometió impulsarlo para ser el próximo presidente. ¿Así o más clarito?

Dejando de lado la lucha por el poder y los dineros, lo verdaderamente importante radica en los paupérrimos resultados de esta comisión que a los nuevoleoneses nos cuesta carísima.

Y mientras nuestros diputados están ocupados en cosas mucho menos importantes, nadie voltea a ver y exigirle resultados a esta intrascendente comisión.

“Dos elefantes, se balanceaban, sobre la tela de una araña…”

ftijerin@rtvnews.com