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03/11/2016

Legalidad 

“En política pasa como en las matemáticas:
todo lo que no es totalmente correcto, está mal”
Edward Kennedy

Sesenta días pueden ser mucho o poco, según el cristal con el que se quieran ver las cosas. En el fondo Jaime Rodríguez tiene razón cuando señala que es una tontería el criticar la designación del nuevo subprocurador Bernardo González porque le faltan dos meses para que cumpla la edad requerida, pero ahí precisamente radica el problema, de tal suerte que no es ninguna nimiedad ni ninguna idiotez, como lo calificó el gobernador.

Hay que recordarle a don Jaime que él juró cumplir y hacer cumplir la ley, de tal suerte que está obligado a ceñirse de manera estricta a ella y si la ley dice que para ser subprocurador se tienen que tener 35 años cumplidos, no importa que le falte un día, se está incumpliendo un mandato.

Adoptar el criterio de El Bronco significaría que entonces tendríamos que perdonar los robos de “Layín”, el alcalde de San Blas, Nayarit, que aceptó públicamente que robó “pero poquito”.

Bajo la misma óptica, ¿deberíamos los nuevoleoneses perdonar a Rodrigo o Margarita porque desviaron menos fondos que Javier Duarte?

El problema de fondo es que no es la primera, es la tercera vez que agarran al gobernador con los dedos en la puerta y no por su culpa, porque los errores tienen nombre y apellido, sino porque “alguien” no hace la tarea y se dedica a corroborar la información necesaria antes de hacer designaciones.

Lo preocupante es que ante la exhibición del error, la constante de parte de Jaime Rodríguez sea la descalificación, el insulto, la salida fácil de decir “es que le faltan unos días y no explicamos bien el tema”. ¿Es que es complicado decir desde el principio “el señor estará encargado del área hasta en tanto cumpla con la edad que marca la ley”?

Lo triste, lo grave, es la falta de humildad y carácter para aceptar que, otra vez, los agarraron en la maroma; más grave aún que el gobernador haga suyos los errores de sus incapaces subalternos que no son capaces de revisar la ley para cuidar a su jefe y la imagen de un gobierno.

Sí, sesenta días pueden representar una nimiedad o una idiotez, pero así es la ley y a ella debemos ceñirnos, si nos parece una tontería podemos cambiarla, pero es necesario hacerlo, antes que descalificar a quienes simplemente piden su respeto, porque, de nuevo, debemos recordarle a don Jaime que juró guardar y hacer guardar la ley, y en el fondo todo esto de eso se trata.

ftijerin@rtvnews.com