“Juega las cartas que le da el momento,
mañana es sólo un adverbio de tiempo”
Joan Manuel Serrat
Tiempo y forma son esenciales en política y a pesar de que en las cabezas del Poder Ejecutivo Gobierno de Nuevo León se conjuntan muchísimos años de experiencia, pareciera que han olvidado el “A, B, C” de la política y no alcanzan a entender el viejo adagio ranchero de “no es igual atrás, que en ancas”.
Sube Jaime Rodríguez Calderón un video a Facebook en donde intenta explicar, “a toro pasado”, los motivos para postergar la prometida reducción de la tenencia, además de negar otros impuestos que le achacan a su gobierno.
Sube Fernando Elizondo un video, grafiquita incluida, tratando de justificar el seguir cobrando la tenencia con el argumento de que sólo serán unos cuantos los que deberán pagarla, pero sin decir los verdaderos motivos, sin desentrañar el fondo, sin explicar cómo, cuándo y dónde fallaron las cuentas y las proyecciones.
Dice el Gobernador que se tiene que cobrar la tenencia para contratar a mil policías más; vuelve a jugar con el miedo utilizando el recurso de la inseguridad, pero cómo creer en su versión cuando su vocero de seguridad, Aldo Fasci, anunció la creación de una nueva -oooootra- policía procesal para vigilar a quienes tienen medidas cautelares.
Pide el gobernador paciencia para ofrecer facilidades, promete dejar papeletas para que “la raza” le diga en qué gastar el dinero recaudado (¿no dice que lo necesita para policías?), pero al mismo tiempo y con mucha menos humildad de la que tuvo cuando llegó al Congreso a pedir “por favorcito” que le aprobaran su propuesta, lanza un “Ya bájenle” que suena a amenaza.
Acepta Manuel González, Secretario de Gobierno, que los ciudadanos pueden recurrir al amparo, pero asegura categórico: “No podrán avanzar a este tipo de acciones”.
Insisten, unos y otros, en decir que el gobernador no incumple su promesa de campaña de quitar la tenencia porque tiene seis años para hacerlo, igual que el novio que tras recibir “la prueba de amor” responde a las exigencias de la novia con “yo te dije que me casaría contigo, no te dije cuándo”.
Es cierto, Jaime no dijo cuándo quitaría la tenencia, pero tampoco aclaró que lo haría dentro de los seis años de su gobierno, dejando entrever que sería de inmediato; ahí está el truco, ahí está el engaño, ahí está el motivo del encabronamiento de “la raza”. Decir que le dejaron las arcas saqueadas tampoco es suficiente, porque él sabía a lo que se enfrentaba y aseguró tener la fórmula para resolver las cosas.
Se equivocan una y otra vez, porque las explicaciones eran antes, no ahora; la sensibilización y socialización, pública y privada, debieron realizarse con antelación, no a posteriori.
A este gobierno le fallan muchas cosas, pero sobre todo la estrategia y lo termina perdiendo la soberbia, el creer que saben más que todos y que nadie y el seguir prometiendo lo que ni ellos mismos saben si podrán cumplir en un futuro.
Me pregunto escuchando sus argumentos, ¿es que Jaime esperará hasta el sexto año de su gobierno para retirar por completo la tenencia? Porque bajo su lógica con ello estaría cumpliendo lo que prometió en campaña.
Y pesar que todos sus problemas son derivados de un adverbio de tiempo.
