“Que no son iguales las varas de los cuetes,
que los raseros para medir”
Yomero
Este jueves un viejo amigo (viejo por los años de amistad, pero también por su edad), apenas se enteró de lo ocurrido unas horas antes y a medio vestir se arrancó a buscar a “los cueteros” de la Independencia a los que les compró un montón de cohetones y se puso a tronarlos como festejo por la detención de Rodrigo Medina.
“Espérese tío, guarde mesura” le dije, pero el hombre de las canas no escuchaba, estaba eufórico y deseaba que el mundo entero supiese de lo ocurrido. Poco le duró el gusto.
Ya por la noche el viejo seguía en el mismo sitio, pero ya sin tronar sus cuetes, ya sin bailar ni gritar consignas; refunfuñaba bajito, mentaba madres, al tiempo que recogía las varas de la pirotecnia y las echaba a la caja de la troca.
Renegaba de todo y de todos, del ex gobernador, de la fiscalía, más de los jueces y el sistema, de los medios y hasta de los enteros. “No les vuelvo a creer” me aseguró, para después preguntarme si consideraba que todas esas varas pudiesen venderse como raseros a lo que simplemente respondí: “No creo, están quemadas”.
Ya para tratar de consolarlo le dije: “Oiga, ¿y cómo vio la reacción del presidente por lo que le dijo Trump?”.
Al anciano se me quedó viendo como cara de “what” porque no sabía de lo que hablaba, pero mientras le contaba el episodio de toma y daca su rostro se iba iluminando y sin haber terminado siquiera se arrancó corriendo como loco, “¿a dónde va?” y casi a una cuadra de distancia alcancé a escucharle: “¡Con los cueteros, esto tenemos que celebrarlo!”.
