“No hay que confundir los deseos
con las posibilidades”
Refrán popular
Una de las primeras lecciones de fotografía que aprendí siendo niño fue lo que sucede cuando se expone película o papel fotográfico virgen a la luz: se velan, es decir se echan a perder y es una pena que con la tecnología los nuevos fotógrafos no se enteren de este tema porque se olvidan de la importancia de los detalles.
El berrinche del anuncio de Eugenio Montiel que se hizo “poquito” independiente, porque deja la bancada pero sin dejar el partido, con la salvedad de que a lo mejor sí deja el partido si así lo decide después (vaya tontería), terminan siendo una chiflazón y ganas de llamar la atención.
El diputado plurinominal pretendió montar una rebelión, que casi se le transforma en una revelación y que al final termina siendo una simple velación, porque irremediablemente ha iniciado el camino de su muerte política, ya que al concluir su encargo difícilmente podrá volver a ocupar cargo alguno.
Igual que la película expuesta a la luz, Montiel se veló, pero sus exequias durarán 18 meses, hasta cuando olvidado y en un rincón, acabe en la fosa común de muchos que pudiendo ser, pero confundieron el camino y acabaron desbarrancados.
