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23/02/2017

Pretérito

“Solamente aquel que construye el futuro tiene derecho a juzgar el pasado”
Friedrich Nietzsche

Veo con tristeza que cada vez son más los políticos que intentan gobernar con los ojos en la nuca, construyendo su presente con base en el pasado y no en el futuro.

¿Qué ha hecho en su primer tramo de administración Miguel Ángel Yunes en Veracruz que no sea un día sí y otro también hablar de su antecesor Javier Duarte? ¿Es que acaso ha anunciado obras, acciones, programas, apoyos? ¡No! Habla de los desvíos de Duarte y ocupa el cien por ciento de sus energías en buscar, hurgar, escarbar para encontrar más cosas qué denunciar y más pretextos para salir a los medios.

Y pues sí, así están las cosas, pero ¿en dónde están las acciones para mitigar el hambre, la falta de empleo y oportunidades, de espacios educativos, dónde las soluciones a todo eso que dice el gobierno anterior dejó de hacer?

Yunes ya tuvo tiempo de sobra para echar a andar algo y no lo ha hecho, ¿por qué? Por una sencilla razón, porque no existe, porque no lo tiene, porque no sabe qué ni cómo hacerlo, entonces busca la salida sencilla, patear el bote, ganar tiempo, hacer “ruido” y fustigar a quien no se puede defender.

Pero este recurso de criticar al anterior es finito y ya se está desgastando, tal vez por eso ayer, en lugar de continuar con los descubrimientos de la bodega y las libretas de la esposa de Duarte, prefirió redireccionar sus obuses hacia Andrés Manuel, tirando un anzuelo para ver si el tabasqueño se engancha y le permite subirse al ring para unos rounds que le permitan seguir apareciendo en los medios.

Pero ¿qué les ofreció Yunes a los veracruzanos? Porque el hartazgo era mucho y tal vez votaron sin ver, sin pensar, sólo por joder al PRI, por castigarlo, sin escuchar y mucho menos entender la oferta del candidato que en el templete despotricaba contra “el sistema”, pero que no tenía otra cosa más que decir, porque no tenía sustancia ni fondo.

Porque jugar a ser fiscal y perseguir al antecesor es sólo una pequeñísima parte de las responsabilidades; sí, hay que terminar con la impunidad, pero esta no debe ser la misión, porque entonces dejaría de ser justicia para convertirse en venganza, dejaría de ser verdad para convertirse en show mediático.

Lo realmente grave es que se gobierna el presente en tiempo pretérito, pero sin mirar al futuro, no se construye, se hurga en las ruinas para intentar edificar un efímero “hoy” que ni siquiera es un logro porque no pasa de la simple denuncia, porque no hay castigo, porque no hay detenidos ni recuperación de bienes.

ftijerin@rtvnews.com