“En cuanto alguien comprende que obedecer leyes injustas es
contrario a su dignidad de hombre, ninguna tiranía puede dominarle.
Mahatma Gandhi
Derivado de las circunstancias más que por una decisión propia, del partido o la militancia, Paco Cienfuegos se ha convertido en uno de los mandamases del PRI en Nuevo León, muy por encima del Comité Estatal. Hay muchos elementos que lo comprueban.
El alcalde guadalupense lo ha asumido y juega ese rol y mantiene contacto permanente con otras instancias y otros priistas, y comenta, y sugiere, y opina, y manda.
Analizando las noticias recientes queda claro que el reelegirse como alcalde de Guadalupe no está en los planes de Paco Cienfuegos, por lo que vale la pregunta, ¿a dónde va?
Porque de otra manera no es lógico ni explicable su empecinamiento en el programa de fotomultas, por mucho que quiera evitar accidentes o por mucho dinero que le pueda dejar, porque le guste o no es un enorme boomerang que se volverá en su contra justo en el año electoral.
Si mi tocayo le atora, como entercado promete, provocará que en enero del 2018 los ciudadanos se enteren de que fueron captados por esas cámaras cometiendo una infracción, por lo cual se harán acreedores a una sanción, y estén de acuerdo o no, la paguen o no, guardarán un resentimiento que seguro se verá reflejado en las urnas.
Cienfuegos no es tonto y ya debe haberlo previsto, por lo que resulta evidente que su mira está puesta en otro lugar al concluir el presente trienio.
Ni las quejas y protestas, como los antecedentes periodísticos y de lo ocurrido en otras muchas ciudades del país sobre estos proyectos, han variado la manera de pensar de Cienfuegos. ¿Por qué si todo el mundo está en contra Paco sigue de frente?
¿A dónde va Cienfuegos?