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05/04/2017

Solución

“Todo cabe en tres penales, sabiéndolo acomodar”
Yomero

Batallan porque quieren o porque no les da la “pensadera”, pero las broncas de los reclusorios en Nuevo León tienen una solución sencilla: para evitar peleas entre grupos y la disputa por el control interno, así como vejaciones a reclusos, pueden dividirlos por grupos delictivos.

Así, todos los reos que compurgan penas por delitos contra la salud deben estar en únicamente dos penales a su decisión, dependiendo del grupo al que pertenezcan: Cadereyta o Apodaca y a uno se van los de un grupo y al otro los otros; en el Topo Chico dejas a la ralea, los del fuero local y ahí les dejas caer controles, supervisión y manejo.

De esta forma, en Cadereyta y Apodaca que se autogobiernen (ni modo que se den en la torre ellos solos, ni se cobren venganzas). Si un reo se pone necio, simplemente lo cambias de penal y asunto arreglado, que en el otro le enseñarán a tener buenos modales.

“A grandes males, grandes remedios” dice el refrán, y si no vamos a tener apoyo del gobierno federal y si nuestros problemas de manejo en los centros de reclusión se derivan fundamentalmente de reos que purgan delitos del orden federal precisamente, pues así se resuelve y punto.

Parece broma, pero en el fondo no lo es tanto, se trata de una solución sencilla, práctica y sobre todo eficiente para evitar los conflictos. Quedarían pendientes muchas otras tareas, como el evitar el funcionamiento de celulares, el ingreso de drogas, las prebendas y demás, pero por algo se empieza, porque los grandes problemas se han dado por peleas entre grupos.

La falta de recursos físicos o económicos debe ser un trampolín para hacer saltar las grandes ideas, aquí hay una y no les costó un centavo.

ftijerin@rtvnews.com