“Fue sin querer queriendo”
El Chavo del Ocho
Si como ayer declaró Jorge Domene se han aplicado siete mil fotomultas en tan solo una semana, los alcaldes metropolitanos, las fuerzas vivas del PRI, los diputados de su partido y lo poquititititito que queda de dirigencia en el estado deberían de advertirle a Paco Cienfuegos que el daño que le inflige al tricolor es descomunal.
Porque las dichosas camaritas no saben de municipios, colores o partidos, simple y sencillamente aplican infracciones, mismas que aparecerán en términos reales a partir de enero del 2018, cuando los ciudadanos que no hayan tenido un percance o sido multados acudan a pagar el refrendo o la tenencia y será entonces, pocos meses antes de la elección, cuando se enteren que fueron multados en Guadalupe por una impersonal cámara.
¿Qué no?
Bueno, entonces, ¿cómo hará el alcalde para enviar vía mensajería las multas a todos los municipios metropolitanos? ¿Pagará la mensajería para hacerlas llegar a otros municipios del Estado? ¿Lo hará también para quienes portan placas de otras entidades?
El daño real y auténtico se lo estará haciendo Cienfuegos al PRI de Nuevo León y todos sus candidatos a alcaldes y diputados, sin importar si están o no repitiendo para el puesto.
Hablamos de 24 multas por hora, que puede ser mucho o poco según se vea, pero lo que Cienfuegos no calcula es que cada una de esas infracciones debe multiplicarse por cinco, que es la media de habitantes o conocidos que tiene cada persona que, encabritada, comentará que fue víctima de una indebida infracción.
Lo más seguro es que el ciudadano termine pagando la multa, porque cumplir con la epifanía que maléficamente diseñaron, es imposible, lo que indudablemente terminará siendo una carga emocional negativa que buscará como recompensa el divulgar su inconformidad.
Paco piensa en cortito, al bote pronto, no a la larga y con fines políticos. Cree que a la gente se le olvidarán las cosas y no funciona así.
Tiene que entender de una vez por todas que políticamente lo último que interesa es si salva o no vidas, si reduce los accidentes o resuelve un problema; lo que está haciendo es un suicidio político y de paso se está llevando a los alcaldes de todos los municipios conurbados, sin distinguir color o preferencia.
Lo grave, lo triste, lo preocupante, es que siga terco y que nadie le hable en confianza y le explique que su tozudez y ambición lo van a meter en graves problemas.
El daño que Francisco Cienfuegos hace a los políticos de Nuevo León se conocerá con claridad en las elecciones del 2018.
