“El dinero es un estiércol estupendo como abono,
lo malo es que muchos lo toman por la cosecha”
Joseph Joubert
Como diría la abuela: “Ven la tempestad y no se hincan”.
Sumidos en la más grave crisis de credibilidad y confianza en la historia, partidos, independientes y al fin todos políticos, centran sus mejores esfuerzos en lanzarse unos a otros la propia mierda en la que nadan, pretendiendo expiar culpas y que los ojos de la ciudadanía se dirijan hacia otro lado.
No hay propuesta y ni siquiera pretenden ser “el menos peor”, creen que con sus declaraciones y denuncias el pueblo comprenderá algo así como “ellos son más rateros que nosotros”.
Y nadie se salva en la quema, todos tienen para dar y repartir.
Morena de López Obrador es acusado como partido en una incendiaria declaración del presidente nacional del PRI por recibir dinero en efectivo para su dirigente, aunque al mismo tiempo su candidato en Coahuila nos sale con la historieta de que su coordinador de campaña fue víctima de un atentado en la carretera Saltillo-Monterrey (¿dónde escuché esa historia, la misma de Rodríguez Calderón y Murat?, porque según agentes de tránsito de San Pedro el coordinador andaba tomado y “un amigo” lo salvó de ir detenido).
Los priistas se dicen blancas palomas, pero ahí están Duarte y Yarrington, además de otros muchos señalados; ¿perseguirlos ahora es lavar las culpas?
Le tiran a Josefina Vázquez Mota y al tiempo Felipe Calderón sostiene pleito con Humberto Moreira que intenta defenderse a pesar de que cada día aparece más mugrero y tranzas de su gestión.
Hasta “Layín” el honesto alcalde que aceptó que robó “poquito” resulta que no, que fue bastante.
Conozco personas que pretenden aprovechar el descrédito de los partidos y proponen “ni un voto más a ellos”, pero resulta que los “independientes” han salido iguales o peores.
No terminan de entender que su lucha es estúpida, que el repartir estiércol por los aires no los lleva a ningún sitio y que lo único que consiguen es incrementar el odio hacia la clase política, con o sin partido, del color que sean.