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15/05/2017

Prudencia

“La prudencia es una virtud”
Eduardo Aguirre Perales “El Pitarreo”

Decía el querido Eduardo Aguirre Perales “El Pitarreo”, famoso locutor de Saltillo y hermano de Marco Antonio, el poeta de la rondalla: “La prudencia es una virtud”.

Alguien debería enseñarle la consigna a Paco Cienfuegos que por su desmedido afán protagónico y sus ganas de lucirse ante los jerarcas del PRI este fin de semana, se fue de bruces y demostró su facilidad para mentir y su incapacidad para controlar a los aficionados peleoneros en el estadio del Monterrey.

El viernes por la mañana Paco presumía en un enlace en vivo en un noticiero de TV que estaban listos, que habían preparado un operativo y que la meta era replicar el récord de una sola persona detenida por alterar el orden, que tenían mil 500 elementos, que había seguridad dentro y fuera del estadio y, lo dijo él solito, que tenían previsto brindar protección a los aficionados al concluir el cotejo. Todos sabemos la historia.

Los policías guadalupenses fueron mil veces más prudentes que su jefe, porque hicieron lo que medianamente pudieron sin avivar los ánimos de los iracundos rayados que buscaban cobrar venganza de su derrota, pero era tal la furia y el monstruo de mil cabezas no conoce de límites, que fueron fácilmente sobrepasados, pero no sólo eso, sino también exhibidos al difundirse videos y fotografías de la manera en que por encima de ellos se agredía a aficionados de los Tigres.

Es cierto que hay que buscar a los culpables y hay que definir sanciones, pero más allá de todo esto, lo cierto es que es necesario acabar con la frivolidad de políticos que buscan colgarse medallas y aparecen en los medios con cualquier pretexto, sobre todo cuando son encuerados de tan burda y fea manera.

Habría que sancionar a Francisco Cienfuegos por inepto, incompetente o por lo menos por mentiroso, porque el dichoso operativo que prometió el viernes en la televisión no funcionó, porque hubo gente que acudió al estadio confiando en su palabra y al final terminaron lesionados y sus familias asustadas.

Incongruente resulta el que en la propia entrevista del viernes el alcalde señala que alguna vez arrestaron a 100 personas por alterar el orden después de un partido en el mismo estadio, ¿qué sucedió ahora si los alcances de los desmanes dentro y fuera del recinto fueron mucho peores? ¿Por qué fueron menos detenidos?

A Paquito le faltó tacto, olfato y sobre todo prudencia, porque con un marcador en contra de 4-1 o 4-2 si contamos el gol de visitante, era difícil remontar, de manera que la estrategia debió en todo momento ser planteada en el sentido de una derrota rayada y la obvia, evidente, natural y anticipable reacción de sus seguidores, por tanto Cienfuegos falló estrepitosamente, aunque eso sí, el viernes tuvo sus 15 minutos de fama transmitidos en directo por la televisión, 15 minutos que además seguramente terminará pagando, en los que se lució diciendo mentiras, mentiras que duraron apenas unas horas.

La prudencia es una virtud, como decía “El Pitarreo”.

ftijerin@rtvnews.com