“Aquí está mi gallo de oro, dispuesto a jugar su suerte”
Benjamín Sánchez Mota,
Corrido “El Gallo de Oro”
Inolvidable el personaje de “Lorenzo Benavides” de Narciso Busquets en la película de Manuel Barbachano Ponce “El Gallo de Oro”, en la que repetía una y otra vez su frase: “Y otra más…”
Así, los regiomontanos que vivimos al sur de Monterrey y que circulamos por la Avenida Revolución vemos sin falla y de manera reiterada que apenas arreglan los barandales del puente del Arroyo Seco en la circulación de sur a norte, y otro accidente los vuelve a tirar.
Pero lo de ayer fue de risa loca.
Porque hace un par de días el Municipio volvió a instalar una barrera protectora y ayer apenas empezaba a circular un periódico con una nota que destacaba la obra de la administración municipal, cuando un tráiler se encargó de volverla a destrozar. En menos de 24 horas y como diría Lorenzo Benavides “Y otra más…”
Lo hemos dicho una y mil veces, pero los genios de la ingeniería vial se sienten tocados por Dios y no quieren aceptar la realidad. Llevó más de 50 años viviendo en el sur y tomando a diario esa curva y el problema siempre ha sido el mismo: el peralte.
En su oronda (saludos María Julia) declaración el coordinador de Ingeniería Vial, Emmanuel Acevedo Ojeda, decía según la gacetilla: “El objetivo de estos trabajos es evitar accidentes viales, pues en este lugar se suscitan constantemente choques y derrapes ya que existe una curva que se torna peligrosa porque los automovilistas circulan a exceso de velocidad”.
Si en seco la pendiente “hacia afuera” te hace derrapar, cuando caen apenas unas gotas de lluvia aquello es el acabose y no nos fijemos en lo que cuesta el barandal y los daños a los vehículos, sino en el costo de vidas humanas que se han perdido en ese lugar.
La solución no es culpar a los usuarios de una avenida de cuatro carriles que viene en pendiente descendente, sino arreglar el problema de fondo corrigiendo la inclinación de la curva y haciéndolo con base en estudios técnicos para no invertir el problema y que los derrapes sean al carril contrario.
Mientras algún día un alcalde se decida a hacer lo correcto y arregle de una vez por todas el problema, seguimos repitiendo la frase de Lorenzo Benavides: “Y otra más…”