“Alabanza en boca propia es vituperio”
Refrán popular
Dicen que “alabanza en boca propia es vituperio”.
Cuando el sentido de la oportunidad se excede se cae en el oportunismo y no es de otra manera como puede calificarse la declaración vertida ayer por el diputado federal Waldo Fernández quien agarró completito el tarro de crema para untársela diciendo que él y sólo él consiguieron para Nuevo León 66.1 millones de pesos.
Ayer mediante un comunicado el gobierno del estado anunció que les habían sido asignados 109 millones de pesos de recursos federales de los Fondos de Programas Regionales, el Fondo Programas de Desarrollo Regional y el Fortalece.
Pero apenas unas horas después Fernández salió a los reflectores a decir que él fue el responsable de que más de la mitad de esos recursos fueran destinados a nuestra entidad.
Demasiado bonito para ser cierto.
De ser cierta la versión de Waldo Fernández, significaría que los trabajos, esfuerzos y gestiones del resto de diputados federales y senadores, además de los funcionarios de la administración estatal, sirvieron para maldita la cosa, porque consiguieron menos de lo que presume el legislador.
Tanta belleza deslumbra, pero también da de qué pensar.
Porque si en realidad hubiese sido como presume Waldo, tendría que haberlo anunciado antes y no después de que el gobierno del estado lo informó mediante un comunicado, porque al hacerlo así diese la impresión de que el diputado se está “colgando de la brocha”:
La verdad suena demasiado bonito para ser cierto.
Y lo más grave es que este oportunismo tiene toda la traza de vernos la cara de tarugos a los nuevoleoneses, colgándose medallas que no le corresponden, porque una cosa es haber solicitado algo y otra, muy distinta, es el haber realizado gestiones, cabildeo, sustento, documentación y soporte para lograr la asignación.
Alguien tendría que decirle a don Waldo que de políticos mentirosos, oportunistas y gandules ya estamos hartos; que no se vale tratar de engañar con verdades o mentiras a medias y que la verdad es que por mucho que presuma, dista mucho de ser el Superman que intenta personificar.
Cuestión de rascarle tantito para saber por qué y cómo llegaron esos dineros a nuestra entidad, gracias a quién y con qué trabajo previo.