“Los malos hábitos es más fácil romperlos que enmendarlos”
Quintiliano
¿Para qué hacer un estadio para más de 50 mil almas si no eres capaz de garantizar su seguridad?
La absurda determinación de la directiva del Club de Futbol Monterrey de prohibir el acceso a su estadio a quienes porten camisetas de Tigres en el Clásico es una absoluta aberración que lejos de resolver, agrava más el encono.
Lo realmente grave es que de paso se lleva de encuentro a la autoridad, en este caso al Municipio y a la Profeco, quienes no meten las manos al fuego y permanecen impávidos ante la aberración.
El espíritu de la Ley Federal de Protección al Consumidor señala que “Está prohibido que te nieguen o condicionen la entrada a restaurantes, centros comerciales, espectáculos, clubes sociales, etcétera, por razones de género, nacionalidad, etnias, preferencia
sexual, religiosas u otra particularidad”, sin embargo en su artículo 58 consigna que “El consumidor no debe ser objeto de preferencias o discriminación alguna, salvo por causas plenamente justificadas (que afecten la seguridad o tranquilidad del establecimiento o de sus clientes)”, que es de donde se agarra la inútil directiva rayada.
¿Es la incapacidad e inutilidad de una directiva y de la autoridad de mantener el orden una causa realmente justificada para violar los derechos de un cliente al que se le antoja portar una playera de otro equipo?
Lo que sucede es el resultado de otra autoridad laxa, en este caso la Federación Mexicana de Futbol, que en su momento no castigó con severidad lo ocurrido en el estadio de los Rayados. Multa severa y veto por varios partidos, les habrían dolido lo suficiente como para repetir los desmanes, pero no, pudo más el dinero y el interés.
¿De verdad no son capaces? Si los ingleses en su momento contuvieron a los “hooligans”, ¿cómo es que tantos años después aquí no son capaces de poner en orden a un montón de bárbaros? ¿No tenemos la tecnología para ubicar a responsables dentro del estadio? ¿No sabemos quiénes son? ¿No podemos acordonar un área en donde ocurra un incidente y capturar a uno o varios rijosos?
Obvio, si no lo pueden hacer dentro del estadio mucho menos lo harán afuera, por lo que las declaraciones de Paco Cienfuegos suenan a discurso barato, promesa sin sentido, porque se lo anticipo señor alcalde, muchos Tigres van a apersonarse afuera del estadio y en las inmediaciones con el único propósito de provocar y sus “alegres” declaraciones terminarán siendo su tumba.
¿Para qué tenemos estadios si los propietarios no son capaces de cuidarnos? ¿Por qué pagar tan caros los boletos si no se hacen responsables de nada? A ese paso, mejor que los cierren y que hagan los partidos en instalaciones cerradas con la única presencia de la TV para que los transmitan.
Es mucho más fácil y sencillo patear el bote, aventar el problema adelante, que hacerle frente y hacerse cargo de su responsabilidad.
Una inútil y desvergonzada directiva que se acompaña de una autoridad laxa, pasalona y facilota, que no exige ni cuida a la ciudadanía.