“Cometer una injusticia es peor que sufrirla”
Aristóteles
La dinámica actual nos exige celeridad sin tomar en consideración valores como la verdad o la justicia. Para los medios actuales “la nota” tiene que tener uno o varios “culpables”, aún y cuando en la recopilación de datos su participación en los hechos no esté suficientemente documentada; como en los tiempos de Pancho Villa: “primero jusila y luego viriguas”.
Aunado a ello, en un despreciable ejercicio de conveniencias mutuas, se buscan voceros que secunden la propuesta y estos, por interés o por venganza, se prestan al juego funesto de montarse en la ola. ¡Qué pena y qué vergüenza de sociedad en la que vivimos!
No intento ni defender ni justificar a nadie, aclaro, simplemente busco poner las cosas en su sitio.
Un funcionario público está obligado a cumplir la ley. Si hace dos años una constructora cumplió con los requisitos y recibió un permiso de construcción, ¿qué diantres tiene que ver ello con que por omisiones en el proceso se hayan registrado deslaves que terminaron provocando que cuatro casas colapsaran y otras sufrieran daños?
Pero como aquel grito en la lucha libre, la prisa mediática exige sangre y culpables, Basta revisar la línea de tiempo y la actuación de los involucrados para encontrar las respuestas.
Tras recibir denuncias, el pasado 1 de noviembre Protección Civil Municipal dictaminó riesgo en la obra y Desarrollo Urbano la suspendió; había vecinos que desde hace tiempo habían aceptado de parte de la constructora desalojar sus viviendas y recibir el pago de rentas u hoteles para no correr riesgos y además, desde hace más de un mes existían en la Procuraduría de Justicia denuncias por daños en las construcciones.
Cuando se decretó la suspensión se exigió a la constructora un plan de remediación, a lo que respondieron interponiendo un amparo que no les fue concedido. Al momento del colapso no se estaban realizando trabajos en la obra. Sigo sin encontrar culpabilidad alguna de parte de la autoridad, ni la anterior ni la actual.
Es entonces que para intentar darle veracidad a la distorsión se buscan comparsas y nunca falta quien se preste al juego. Así, el diputado de los 32,224 doctorados (más los que estudie esta semana), declara, admitiendo no conocer el expediente completo, que la ex Secretaria de Desarrollo Urbano debe renunciar a su actual trabajo porque afirma, “le van a llover denuncias”. ¿Cómo por qué o como de qué?
Partiendo de la base del diputado, cualquier autoridad debería de abstenerse de actuar unos seis meses antes de concluir su gestión y esto no puede ser, porque están en funciones y deben cumplir con su cometido hasta el último instante en que ocupan el cargo. ¡Que alguien le enseñe!
Más penoso aún el caso del regidor Enrique Pérez Villa que sin guardar respeto por la persona fallecida en los hechos, busca obtener lucro personal y partidista al criticar a Margarita Arellanes y a su propio partido, diciendo que esto es la muestra de la corrupción. De verdad, que poca…
Ni juicio sumario ni linchamiento, basta ya de hacer pasar a la percepción como realidad. Aquí hay fallecidos, hay dolientes, hay afectados, como también hay responsables que deben ser investigados y castigados conforme a la ley, pero sólo eso, porque fabricar culpables por mero amarillismo o interés es otra cosa.