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03/01/2018

Obvio

“La experiencia de los siglos prueba que el lujo anuncia la decadencia de los imperios”
Sir Francis Bacon

Nadie se habría percatado de que el gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes, traía puesto un reloj de marca si él mismo no se hubiese puesto en evidencia al quitárselo a mitad de una conferencia de prensa.

Porque además, se lo quitó justa y precisamente cuando hacía uso de la palabra y todas las miradas estaban puestas en él.

¿Por qué quitarse el reloj si nada tenía qué esconder?

No faltó quién se diese cuenta del hecho y lo evidenciara en las redes sociales en donde de inmediato identificaron la pieza, un aparato Richard Mille con un costo de seis millones de pesos.

El tema, obvio también, se volvió viral y para pronto el gobernador convocó a una rueda de prensa para aclarar lo que nunca hubo necesidad, diciendo que si se quitó el reloj era porque le molestaba, que no es de esa marca, que vale 30 veces menos y que se lo compró con su dinero.

“Explicación no pedida, acusación manifiesta” dice el refrán y Yunes se ha deshecho en explicaciones, pero no conforme con eso amagó con demandar al periódico “El Universal” por haber difundido la información.

Se los dices una y otra y otra vez y no lo entienden. Puede que se salven en campaña, puede que lo hagan en los primeros meses de gobierno, pero siempre llega el día en que se olvidan de que traen puesto un reloj, unos zapatos o un traje de marca, un accesorio simple y hacen ellos mismos evidente lo que no debería ser un pecado.

Con su proceder al quitarse el reloj, pero sobre todo con amenazar a un medio de comunicación, el gobernador termina dándole la razón a sus críticos. Y entre más se esmere y esfuerce por desmentir el hecho, peor será para él.

Son demasiado obvios y además se empeñan en evidenciarlo.

ftijerin@rtvnews.com