“El periodista de investigación es a menudo indispensable para el
bienestar de la sociedad, pero sólo si sabe cuándo dejar de investigar”
Theodore Roosevelt
Por mucho avance que tengan las nuevas herramientas y tecnologías y por la manera en que afecten la dinámica en el flujo de información las redes sociales, sigo insistiendo en que existen cuestiones básicas en el periodismo que no pueden ni deben cambiar.
No comprendo la lógica de algunos periodistas, novatos y ya madurotes, que aún y cuando conocen la respuesta, insisten en preguntar infantiles bobadas.
A escasas 16 horas de haberse dado una ejecución violenta al interior de un restaurante los sabuesos del periodismo regiomontano emprenden una feroz cacería para encontrar a cuanta autoridad sea posible para que les diga algo tan lógico como “estamos iniciando las investigaciones, levantando evidencias, recogiendo testimonios, revisando videos de vigilancia” y cosas así, además de los consabidos “debo guardar sigilo” y “la ley me impide ampliar sobre el tema”.
Dicho en otras palabras: no hay nada qué decir, hay algunos indicios que se deben corroborar, pero hasta ahí, pero para los sagaces periodistas regios eso no es suficiente y quieren escucharlo de viva voz de alguna autoridad.
Escucharlos realizar sus entrevistas es, según se mire, un “agasajo marinero” porque de tan obvias hasta un niño de primaria puede anticipar las respuestas o, de plano, en un tormento al observar la manera en que pierden y hacer perder el tiempo, de su producto, de los entrevistados y de la audiencia.
No conformes con preguntar tonterías de las cuales ya conocen la respuesta, todavía se dan el lujo de instalarse en especialistas en el tema y pretenden hacer un “ckeck-up” a las indagatorias al cuestionar cosas como “¿Ya revisaron los videos de vigilancia del interior del restaurante y de los negocios aledaños?, ¿Ya se entrevistaron con familiares y el resto de los empleados que se encontraban en el lugar? ¿Qué evidencias encontraron en el lugar de los hechos? ¿Hacia dónde se fueron los asesinos, los están persiguiendo? ¿Ya tienen el móvil del crimen? ¿Fue asalto, pasional, ajuste de cuentas del crimen organizado?”
Cada día me sorprenden más, tanto que no dudo que en fecha próxima sean capaces de exigirle a algún entrevistado en vivo y en directo algo así como: “Licenciado, en su calidad de autoridad ¿puede darnos un avance de las ejecuciones y crímenes violentos que tendremos la semana entrante y los lugares en donde ocurrirán?”; tampoco dudo de que al negarse a responder lo que no saben, los brillantes comunicadores corran presurosos a cuestionar a los diputados, líderes de partido y los infaltables e infantiles dirigentes de organismos y declaradores “ad perpetum” sobre el tema y esto genere un montón de críticas a una autoridad “que no está a la altura de los tiempos que vivimos”.
Tanta sagacidad me conmueve. Cositas ellos…