“Estaba la rana sentada cantando debajo del agua…”
Ronda infantil
Cuando hace unos días leí que el Secretario de Desarrollo Sustentable de Nuevo León, Manuel Vital, aseguraba que sancionarían a una empresa de pegamentos porque al desatarse un incendio en sus instalaciones, el agua utilizada para sofocarlo fue a dar a un río cercano junto con adhesivos que se derramaron en el siniestro, no pude menos que recordar la vieja canción infantil de “La Rana”, aquella de la serie de animales uno sobre otro.
Y es que la lógica del funcionario resulta por demás extraña.
¿Derramó la empresa pegamento en el río? ¡Pues no! ¿Ahora resulta que además de siniestrada, es culpable?
Con el incendio algunos contenedores se abrieron (gas, presión) y esparcieron su contenido en el lugar, pero no podrían haber llegado al río de no haberse empleado agua para apagar las llamas; ¿entonces multamos a los bomberos por haber derramado el agua que llegó hasta el río y llevó el pegamento? O mejor sancionamos al municipio por no contar con un sistema de drenaje eficiente que condujese esas aguas a un lugar seguro.
Lo cierto es que lo que llegó al río ni siquiera era pegamento, era adhesivo diluido en agua en una concentración mínima pero muy escandalosa que pintó por un breve lapso las aguas, lo que dio pie a la lastimera queja de un “periodista”. Como ya dije antes, existen mucho peores descargas en el mismo río que no se ven, pero que se huelen y que tienen consecuencias, sin que nadie diga nada.
Se equivoca Manuel Vital cuando permite que la agenda de la dependencia a su cargo se la dicten desde un medio de comunicación. Se equivoca porque su pretendida sanción no tiene razón de ser ni fundamento, falla porque nadie puede, ni debe, estar preparado para una “tercera consecuencia” (incendio-bomberos agua- agua declive- río derrame). No puedes castigar a una empresa que genera empleos y paga impuestos por no estar preparada para lo que nunca antes había sucedido y para que lo que tampoco estuvo preparado el Municipio.
Si don Manuel trae muchas ganas de pegarle al “eficiente”, que recuerde aquello de “la suegra al hombre, el hombre al agua, el agua al fuego, el fuego al palo, el palo al perro, el perro al gato, el gato al ratón, el ratón a la araña, la araña a la mosca, la mosca a la rana, la rana que estaba sentada cantando debajo del agua… y vaya y le ponga la multa a quien de verdad lo merece, que en un descuido es la dependencia que él mismo dirige.