“La manera de dar vale más que lo que se da”
Pierre Corneille
Por fortuna para nosotros, pero mucho más para quienes más lo necesitan, existe una enorme cantidad de personas que son capaces de ver más allá de los problemas cotidianos, de la odiosa política y los complicados políticos. Es gente que encuentra en el apoyar a los que menos tienen una forma de dar y de darse.
Están tan cerca y no los vemos, pueden ser nuestros compañeros de butaca en el estadio o con un alto ejecutivo en la empresa en la que laboramos; sin presumirlo ni andarlo comentando, de repente se escapa, ya una noche, ya un fin de semana, y acude a hacer algo que no le cuesta trabajo: ayudar.
Por eso me conforta el poder compartir historias de personas así, que dan un paso al frente y no se limitan a criticar, sino que aportan su granito de arena para vivir en una mejor sociedad.
En estos días el Comedor de la Vida, de la Capilla de Nuestra Señora del Consuelo, existe desde el año 2011 y cada semana ofrece una comida a 210 personas necesitadas, así como juguetes a los niños y apoyos de cobertores y ayudas en las épocas del frío invierno.
Este comedor recibirá el reconocimiento Virginia Treviño de Collins por Servicio a la Comunidad o Servicio Asistencial y la noticia me llena de gozo porque un excelente amigo participa en esta callada labor.
El reconocimiento es eso, una estrellita en la frente y un estímulo, pero también un compromiso para seguir adelante y para invitar a otros muchos más a que se sumen a la causa, ya con recursos económicos, ya con trabajo, ya en especie. Siempre hace falta algo más.
Me congratulo por ti David, por tu esposa Sandra y tus hijos Ana Pau, Cynthia y David hijo, porque todos son parte del equipo que semana a semana, sin fallar una sola, están ahí, sin descanso, sin pedir nada a cambio, con la ilusión de ver una sonrisa y de saber que ese día han apoyado a uno o a muchos.
Y me felicito también a mi mismo por contar entre mis amistades a personas como tu, comprometidos con su comunidad, que no cierran los ojos o se hacen los desentendidos ante los problemas de nuestros semejantes, que no se limitan a pensar que atenderlos es una obligación del gobierno, que han visto de cerca el hambre, el frío, la pobreza y que desde su trinchera hacen algo por remediarlo.
Gracias David por tu amistad, pero sobre todo, gracias David por tu ejemplo.
Si usted desea apoyar esta causa, le ruego me haga llegar un correo electrónico con sus datos para hacerlos llegar a David y su familia, ellos, pero sobre todo los más desprotegidos, se los agradecerán siempre.
