“Vamos a ver cómo es,
el reino del revés”
Chabelo
No termino de comprender la escala de valores de los habitantes de Nuevo León. Pareciera que no aprendemos de la historia y las experiencias pasadas, diese la impresión de que no tenemos memoria.
Ni catastrofista, ni alarmista, simplemente basado en hechos y números reales, los que a diario conocemos y no, no son inventos de los medios de comunicación, porque los ejecutados que todos los días aparecen en toda la zona metropolitana de Monterrey son reales.
Pero no, nuestros políticos y buena parte de los líderes de opinión prefieren desentenderse, hacer como que no ven y evadir el tema y así hablan de otras cosas que les parecen “más importantes”, cerrando los ojos a una realidad.
Si algo puso en riesgo la estabilidad y la gobernabilidad del estado en tiempos de Rodrigo Medina fue la inseguridad; no es por ser aguafiestas, pero los hechos recientes indican que estamos volviendo a esa, la peor de las pesadillas que hemos vivido en toda la historia.
La percepción, pero sobre todo la sensación de confianza para salir a las calles a distintas horas, para cruzar por ciertas zonas, para abordar un camión, para ir a diferentes sitios, tuvieron un altísimo costo económico, social y político.
No podemos, no debemos simplemente cerrar los ojos o culpar a los medios diciendo que no hablan del trabajo de las policías; no se trata de cuántos asesinos o ladrones detienen, sino de evitar que sigan matando a diestra y siniestra, a cualquier hora del día, en cualquier lugar.
Y mientras tanto los políticos juegan al poder, a desgastarse, a hablar de cuentas públicas o de si meten o no a exfuncionarios en prisión, siguen tirando cuetes al aire y haciendo sonar la música para tratar de distraer la atención de la realidad, de nuestra realidad, de la verdad que nos lastima y hiere.
¿Cuántas muertes más tendrán que darse, cuántos hechos violentos tendremos que vivir para que el nivel de exigencia suba y todos, dije todos, tomemos el toro por los cuernos en este delicado asunto?
Tenemos volteada la escala de valores.
