“Está bueno que sean tontos,
no es pecado, pero no abusen”.
Yomero
Algo grave, muy grave, debemos hacer hecho los habitantes de la zona metropolitana para merecer a algunos de los delegados (no todos) que ha tenido la SCT en Nuevo León y a quienes en un momento dado les han encargado la realización de alguna obra de vialidad en la zona metropolitana.
Seguimos padeciendo el pésimo diseño, como en su tiempo padecimos la lentitud de construcción y los sobrecostos de la conexión de Revolución y Constitución cuando el delegado era el actual alcalde de Juárez.
Hoy, con otro delegado, el tema se magnifica, amplifica y potencializa cuando tiene la “ocurrencia” (por llamarlo de un modo decente) de cerrar carriles a la salida del Túnel de la Loma Larga por una gaza que construyen en la conexión de Vasconcelos y Lázaro Cárdenas.
La obra puede ser todo lo importante que el delegado nos diga y puede esgrimir cualquier clase de razones, pero lo cierto, lo obvio, lo que todos sabemos y vemos, es que por magnífico que pueda ser el pretendido “beneficio”, no se compara ni por asomo a los perjuicios y molestias que causa.
¿De verdad es necesario restringir el paso y causar todo este caos durante 15 días? ¿Por qué entonces hay momentos en los que es evidente que nadie está trabajando en la obra? ¿Es que acaso no existe una forma inteligente de programar los trabajos de tal manera que sea posible permitir el flujo completo, sobre todo a las horas pico?
Limitar las molestias y estragos también forma parte de la planeación de una obra. Entendemos que el progreso requiere de sacrificio, pero no es posible justificarlo cuando el perjuicio es mil veces mayor que el dividendo. Porque ahí hay horas hombre perdidas, contaminación, calentamiento global, irritación social, encanijamiento con los partidos y los políticos.
Bien harían Estado y Municipio en deslindarse de la macroestupidez del innecesario bloqueo de carriles y mejor aún lo realizaría el PRI encabezando las quejas y la presión social para exigirle resultados y soluciones al delegado de la SCT en Nuevo León.
Digo, está bueno que sean tontos, no es pecado, pero caray, no abusen.