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28/04/2016

Aerodinámica

“No endulzan un café, parados
afuera de la Azucarera de El Mante”
Yomero

Continuando con el tema de los bordos y los baches de ayer en el que decía que su existencia coadyuva a elevar los niveles de contaminación, me entero que el área que regula la operación de los taxis, que paradójicamente depende de la Secretaría de Desarrollo Sustentable, está a punto de implementar una medida que impulsará aún más la contaminación.

Resulta que junto con el cambio de colores y la identificación cromática por zona en donde tienen su base (sigo sin entender cómo diablos opera esta idea grandota) ahora los taxis tendrán que llevar un “copete” o “módulo de identificación superior” que en realidad debería llamarse “módulo de identificación superior lateral”, porque nada más de viendo la unidad de lado es que puedas emplear esa información.

Antes de que un automóvil salga al mercado, un grupo de especialistas en diseño trabajan en su línea y forma, atendiendo tendencias y moda, pero sobre todo cuidando la aerodinámica con el fin de que oponga la menor cantidad de resistencia al viento, mejorando el rendimiento y consumo de combustible, así como la estabilidad.

Cualquier otro elemento externo creará oposición y afectará la manera en que opera el motor, exigiendo un mayor desempeño y por tanto emitiendo más gases tóxicos en el caso de los motores a combustión.

Todos hemos visto las condiciones en que operan nuestros taxis, sobre todo los que son rentados a cualquier hijo de vecino por una cuota diaria; si casi no traen frenos, mucho menos atienden a afinaciones periódicas que ayuden al desempeño del motor y a eso agréguele la novedosa idea, pues estamos fritos.

Me parece que la idea de pinta de blanco y amarillo los taxis del área metropolitana, añadiendo un círculo de color a los lados para identificar el municipio en donde tienen su base y de pintar de blanco y verde a los del resto del estado, no representa ventaja alguna para evitar la comisión de delitos a bordo de este tipo de unidades.

Tampoco será una tableta electrónica con los datos del operador lo que resuelva el problema, porque apagas el aparato o le quitas la energía y asunto arreglado.

Desde hace años hemos propuesto medidas más económicas para buscar reducir el índice de delitos que se cometen en los taxis, como un programa de corresponsabilidad de los titulares de las concesiones, con un registro diario y detallado de quién opera la unidad, así como chips GPS para conocer en dónde está o ha estado cada taxi en cualquier momento.

Lo de los colores es una vacilada y lo de los “copetes” una aberración que Roberto Russildi debería detener.

Me entero con tristeza que hace pocos días una jovencita abordó un taxi saliendo de la Universidad, fue secuestrada y apareció dos días después. ¿Servirá de algo el color del taxi para dar con los rufianes?

¿Por qué no imitamos casos de éxito de otros lugares? ¿Por qué no se ha implementado el pintar números grandotototes de identificación en el capacete y los laterales a cada unidad? ¿Por qué están pensando en tabletas electrónicas si es tan sencillo hacer cartelones con la foto y datos de cada conductor como sucede en la mayor parte de los países civilizados?

Muy novedosos, pero muy poco prácticos, igual o peor de inseguros y encima contaminantes.

ftijerin@rtvnews.com