“La magia es un puente que te permite ir del mundo visible hacia el invisible.
Y aprender las lecciones de ambos mundos”
Paulo Coelho
Cuando lo leí juro que pensé me iba a dar el tramafax o de perdido un supiritaco, tuve que, como los peces en el río, leer, leer y volver a leer, para cerciorarme de lo que mis ojos veían.
Cuando todos creían que Samuelito no podía inventar una nueva forma, más creativa que todas las anteriores, de llamar la atención, de la chistera de saca por arte de birlibirloque un nuevo truco: una Jornada Nacional Contra la Corrupción.
Y así el diputado local, líder de la bancada, presidente del comité estatal, aspirante a dos alcaldías y el senado (más lo que se acumule esta semana), seguirá desatendiendo su trabajo en el Congreso de Nuevo León para acudir a la CDMX a la PGR, CNDH, la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Federales, el TEPJF, la Cámara de Diputados y el Senado, a denunciar a todos, de todo y por todo. Que tiemblen Javier Duarte, el PRI, Rodrigo Medina, las autoridades electorales, el Poder Judicial y los jueces, los involucrados en el sainete del Paso Express y hasta el Presidente por sus gastos en seguridad.
Y me pregunto, ¿podremos sobrevivir los nuevoleoneses esos dos días en que no presentará propuestas ni puntos de acuerdo, en que no promoverá leyes o solicitará consultas? ¿Qué será de los medios de comunicación sin el enriquecedor aporte de todos sus anuncios, reacciones y declaraciones? ¿Con qué vamos a llenar?
Ante la vistosísima forma de desquitar el jugoso salario que le entregamos los habitantes de Nuevo León, -sin contar lo que le deja el manejo del partido-, sólo me queda sugerirle al polifacético Sammy dos ideas más: que acuda también ante la FEMEXFUT a denunciar a Juan Carlos Osorio por el ridículo que la Selección hizo en el partido contra Jamaica y que promueva una iniciativa de ley para que se haga obligatorio el enfriamiento de cervezas en hielo para ahorrar energía eléctrica y salvar al planeta.
Lo dicho, a este muchachito se le hace chico el mar para echárselo en un buche.
