“Lo que llamamos casualidad no es ni puede ser
sino la causa ignorada de un efecto desconocido”
Voltaire
En política no existen las “casualidades”, por eso es difícil de creer que Karina Barrón y Marco Antonio Martínez hayan renunciado al PAN al mismo tiempo, con cartas exactamente iguales, en el inicio de la nueva Legislatura Estatal, nada más porque sí.
Lo que pretende proyectarse como un acto de independencia, termina siendo en realidad algo que esconde un asunto turbio y sombrío, una estratagema con un fin y un propósito definido.
Lo mejor de todo es que el verdadero fondo de las renuncias de ambos diputados lo sabremos pronto, muy pronto, cuando su proceder nos deje conocer por qué, para qué y lo más importante, para quién es que estos dos legisladores se convirtieron “mágicamente” en “independientes”, además de haber elegido tan señalada fecha para anunciar su separación del albiazul.
Si la renuncia de la exdiputada Carolina Garza al PAN en el último momento de su función nos supo a berrinche por no haber conseguido cristalizar sus ambiciones personales, mucho peor aún aparece la actitud asumida por Barrón y Martínez que ya dejaron ver que “algo” o “alguien” está detrás de su conciencia.
Y no hay que ser brujo, mago o adivino para anticipar los motivos o las personas que están detrás de estas renuncias; no hay muchas opciones. Ambos tienen un precio y, o ya les llegaron o se colocaron en el aparador con un letrero grandote de “Se Vende”, buscando cotizarse.
Peores augurios no podría tener esta Legislatura, porque el ejemplo puede replicarse en la forma, pero sobre todo en el fondo, cuando otros legisladores busquen esta vía para convertirse en “mercenarios”, vendiéndose al mejor postor y anteponiendo su cuenta bancaria al interés de la ciudadanía.
Así, los “independientes” no serán tan independientes, porque tendrán un precio y obedecerán las órdenes que les dicte quién más dinero les ofrezca.
Ha quedado demostrado que no hubo “casualidad” en las renuncias de los dos diputados que informaron al partido su “decisión” con misivas exactamente iguales; igual resulta claro que fue la misma mano la que meció la cuna. Pronto, muy pronto, los nuevoleoneses nos enteraremos para quien trabajan estos dos diputados.
Colaborador: Francisco Tijerina Elguezabal