“De todas las formas de engañar a los demás,
la pose de seriedad es la que hace más estragos”
Santiago Rusiñol i Prats
Los veo y casi me creo sus “propuestas”.
Miro en Facebook un spot de Armando Guadiana en Coahuila (pésimamente mal actuado, peor dirigido, con un mensaje disperso) en el que se asegura “Guadiana dará luz gratis para todos”.
El anuncio despierta mi curiosidad, aunque me saltan al instante mil dudas: “¿de dónde sacará dinero para construir esos parques eólicos que menciona? ¿Cómo pagará la interconexión y la distribución?
Cuando entras al detalle te enteras que la prometida “luz gratis para todos” no es tal, sólo para unos cuantos, los que menos consumen y que la gran idea del candidato de Morena no pasa de ser otro cohetón de artificio, una mentira más de campaña.
Habría que hacer una recopilación de los mensajes y publicidad del minero-ganadero coahuilense para editar un libro de “cómo no hacer una campaña política”.
Pero su contendiente del PRI no es muy distinto.
Miguel Riquelme promete un montón de cosas, todas con tarjetas de colores, que si educación, que si alimentos, que si mujeres, que si…
Y es que las propuestas del abanderado del PRI son exactamente iguales a las de Guadiana, tienen letra chiquita, o como dicen en la mayor parte de las promociones comerciales: “consulte términos y restricciones”, pero como andan en campaña obvian esa parte, no la dicen, la esconden para después.
Unos y otros reniegan de los políticos tradicionales y terminan haciendo lo mismo, mintiendo, engañando, escondiendo una parte como el truco del mago.
Pero poco a poco la gente se va dando cuenta de la verdad y termina por descubrirlos. Esperemos que el domingo, cuando sea la elección, los dejen con un palmo de narices, para que dejen de escribir con letra chiquita.