No son muchas las cosas que honestamente podemos presumir allende las fronteras, por eso cuando nace un deportista fenómeno como Fernando Valenzuela o los niños campeones del 59 en Pensilvania donde el colado de Pepe Maiz viajó sin más merecimiento que papi pagara todo para que cargaran a bebé, se nos hincha el pecho de entusiasmo.
La raquetbolista Paola Longoria aunque potosina, la consideramos regia y tenemos el mismo triunfalismo.
Por más que nos esforzamos no logramos comprender que no estamos hechos para muchas disciplinas como el automovilismo por ejemplo, que fuera de los hermanos Rodríguez Pedro y Ricardo, que la verdad eran “medio pelo” o sea de mediocres para abajo; en básquet bol ni para que nos enfrentemos a las potencias Cuba, Rusia o el “dream team” no dan hasta por debajo de la lengua.
En beisbol la misma tonada, no tenemos asunto con los grandes de las Grandes Ligas y en fut bol americano ni gastar tinta; así en el golf, atletismo y piense un número y ahorramos la vergüenza, porque en el boxeo no hace mucho terminó el encanto.
Por eso es que cuando en otras circunstancias o latitudes, una persona u organismo participa notablemente sin llegar a la epopeya hay que hacer un alto en el camino y exigir el reconocimiento.
Ayer el “Perico Mayor” nos platicó de un evento que la CEDH -Comisión Estatal de los Derechos Humanos- en Nuevo León y la Corte Interamericana de los Derechos Humanos celebrarán un convenio de aplicación y difusión de instrumentos internacionales rectores para el mejoramiento en la aplicación de la justicia.
Se verificará el 1 de septiembre en San José, Costa Rica, donde se encuentra la sede del Tribunal Regional en la materia y posterior ya en suelo regio, al alimón con la Universidad Autónoma de Nuevo León de la que todavía funge como rector Jesús Áncer, celebrarán el Seminario de los Derechos Humanos del 18 de septiembre al 23 de octubre en la Facultad de Derecho y Criminología.
Eventos de ésta dimensión que se llevarán a cabo, con difusión a nivel Internacional, nos deben llenar de orgullo y satisfacción ya que los ojos de los que profesan y defienden los Derechos Humanos en el mundo de forma auténtica y no con demagogia y de escenografía como los que pomposamente defienden a deudos de los sacrificados en un casino andan hurgando pechos para colgarse medallas que exigen pero no les corresponden.
El gobernador electo Jaime Heliodoro y su brazo político Manuel González han estado pendientes y muy cerca de la Dra. Minerva Martínez titular de la CEDH desde el evento cuando el político fue capaz de bajar del Olimpo y ofrecer una disculpa a unos niños por un mal momento y no sería sorpresa que la pudieran considerar por su valía, conocimiento y experiencia.
Colaborador: Chava Portillo