“No se hagan bolas; el único y verdadero costo
de la tenencia lo pagarán los ciudadanos”.
Yomero
El punto de fondo no es en realidad si se doblegaron a la humilde petición del Ejecutivo o quién tendrá que pagar la factura política de una impopular decisión; si fue un acto de conciencia con las finanzas o de conveniencia con los bolsillos; lo que realmente es preocupante es la facilidad con la que el Legislativo es incapaz de cumplir un mandamiento hecho por él mismo un año antes.
Recordemos que los diputados, como todos los servidores públicos, juraron cumplir y hacer cumplir la ley, y lo que este justamente este fin de semana violaron al no cumplir lo pactado y postergar la reducción de la tenencia.
Lo más triste del caso es que, contrario a la promesa que El Bronco les hizo de que él asumiría el costo político de la decisión, los que terminarán pagando los platos rotos serán ellos, los propios diputados, porque en el 2018 no habrá quién les permita reelegirse, ¿apostamos?
Si como dicen Jaime Rodríguez tiene la vista puesta en otro lugar y se piensa ir a mediados del año entrante, es clarísimo que se chamaqueó a los diputados con el cuento de que él asumiría el descrédito político, por una razón muy sencilla: en las pasadas elecciones presidenciales sin ganar en Nuevo León Enrique Peña Nieto llegó a Los Pinos, ¿creen que a El Bronco en realidad le preocupa el costo político de la tenencia?
Pero los que sí se quedarán aquí serán los diputados y ante el escenario de alcaldes que deseen quedarse en su puesto no tendrán opciones, pero el problema es que la mancha de este fin de semana no se la quitan ni con Pinol. Se salvarán si acaso los panistas, aunque deberán hacer un enorme esfuerzo para no caer en la generalización y que los metan a la misma olla.
Y a donde tiren y a donde intenten ir, la sombra de la tenencia los va a perseguir. El costo para ellos será único: la tumba política.
Mal gusto.
De mal gusto las explicaciones a toro pasado de Concha Landa buscando justificarse y peor aún el ir corriendo a hacer el cambio de placas de su vehículo luego de que la torcieron con placas de Chihuahua para no pagar tenencia.
La señora, como de costumbre, insiste en mentir, engañar, simular, hacer creer y pretender vernos la cara. No una, muchas veces la hemos desenmascarado, su ADN es mentir y hoy sigue mintiendo. Diputada plurinominal por un distrito al que sólo mandó ensuciar con pegotes en los botes de basura en su campaña o con letreritos en bardas y casas abandonadas, Concha es el vivo ejemplo de cómo hacerse pasar por buena persona y hacer exactamente lo contrario.