“Para dialogar, preguntad primero;
después…, escuchad”.
Antonio Machado
El llamado de José Ángel Mercado, presidente de la Comisión Especial de Diálogo con los clubes Avispones y Pumas, en el sentido de no esperar la conclusión de los recursos legales y avanzar en la reubicación, suena a un chiste bastante malo.
¿Cómo pedirle diálogo a quienes han sido víctimas de una permanente hostilización? ¿Por qué, tantos años después, pedir diálogo y entendimiento después de las amenazas y las acciones emprendidas en su contra?
Mercado no busca un diálogo, sino el acatamiento de un monólogo, él no quiere discutir ni negociar, quiere la reubicación y sólo la reubicación.
He estado pendiente del tema desde la administración anterior de Mauricio Fernández que, con el pretexto de la interconexión de Morones y Lázaro Cárdenas, pretendía partir en dos Fuentes del Valle; el pretexto ya no existe, pero el tema se ha convertido en un agravio personal para el edil que, con el pretexto de recuperar espacios vecinales, quiere hacer unos parques de tanto beneficio como su horrendo “Monumento a las Banderas”.
La respuesta de los clubes no ataca el fondo del tema, sino más bien la forma en que han sido acosados y maltratados por la administración. Las llamadas al “diálogo” de parte de la comisión especial llegan tarde, demasiado tarde, porque deberían haber sido el primer paso, un primer paso que requeriría de inicio una actitud distinta de parte de Mauricio Fernández.
Dicen que “en el pedir está el dar” y hoy la situación se encuentra en estos términos fundamentalmente por culpa de Mauricio y sus funcionarios, por culpa del nivel de hostilidad con el que han llevado las cosas y de todas las mentiras que han inventado para justificar una acción que se sustenta sólo en una parte de la realidad, sin considerar el aporte social que han hecho los clubes deportivos durante muchas décadas.
¿Quiere el señor Mercado dialogar? ¡Vaya a dialogar con Mauricio primero y luego de que lo convenza de sentarse a la mesa a negociar de verdad, con una actitud de dar y recibir, entonces y sólo entonces, se pone a pedir barbaridades!
Usted no quiere diálogo, quiere un monólogo, aunque el suyo sea más malo que los de Adal Ramones.