“Llamar a la mujer el sexo débil es una calumnia, es la injusticia del hombre hacia la mujer.
Si por fuerza se entiende la fuerza bruta, entonces, en verdad,
la mujer es menos brutal que el hombre.
Si por fuerza se entiende el poder moral,
entonces la mujer es inmensamente superior.
Mahatma Gandhi
A pesar de que ya han pasado 26 años del fallido intento de construir el primer túnel de la Loma Larga que conectase a Monterrey y San Pedro con las avenidas Cuauhtémoc y Pino Suárez y de que han transcurrido 14 años de su fallecimiento, la fuerza de doña Leonor Garza Salinas de Barocio se sigue sintiendo.
Y es que aprobado el proyecto para apenas diseñar una solución a un segundo y muy necesario túnel, las autoridades no quisieron buscarle mucho ruido al chicharrón y mejor optaron por trazar la solución sobre Zaragoza y Zuazua.
Doña Leonor, primero regidora y después diputada, tenía además de una fuerza política brutal (ser tía con capacidad de influencia del Presidente de la República debe ser algo importante), una fortaleza física y moral que echaba por tierra cualquier argumento, y es que la señora se fletaba a pie toda la colonia Independencia en donde muchas familias sentían desde admiración y respeto, gratitud y hasta veneración.
Cuando en aquellos lejanos 90’s se supo del plan, bastó con que doña Leonorcita alzara la voz para que los vecinos del barrio bravo se organizaran en una férrea defensa que de entrada puso a temblar a los impulsores, aunque el golpe final para echar por tierra el proyecto salió de Los Pinos.
Hace apenas tres años Ugo Ruiz volvió a poner en la palestra el tema y las hijas y nietas de aquellas mujeres seguidoras de doña Leonor se juntaron para dar la batalla, emulando a sus antepasados y defendiendo su colonia.
Atendiendo a la simple lógica el trazo de la nueva conexión debe ser por la ruta original, es decir Cuauhtémoc y Pino Suárez, porque de poco servirá hacer un túnel en pleno centro que está lleno de semáforos.
Bien dicen que “el que se quema con leche hasta al jocoque le sopla” y por algo los promotores de esta nueva intentona no le han buscado ir por donde la razón indica, aunque sepan que la nueva idea esté destinada al fracaso.
La movilidad es todo un tema en Monterrey y un tema inaplazable. ¿Por qué en lugar de sacarle la vuelta al parche y antes de andar anunciando intenciones no se sientan a diseñar toda una estrategia de cabildeo y convencimiento, de certeza y transparencia, de tranquilidad y confianza con los vecinos y de apoyo absoluto de una ciudad colapsada por la falta de vías de comunicación?
De sólo recordar a “La Tía” Leonor, tiemblan.