Texto Header
31/07/2017

Dueños

“Necesitamos, en el sentido de la propia responsabilidad y
de la responsabilidad común, más democracia, no menos”
Willy Brandt

Lo dije, lo repito, lo reitero y lo sostengo, creo en la transparencia, en la rendición de cuentas, en la participación ciudadana, pero me negaré hoy, mañana y siempre, a que estos elementos en nuestro entorno tengan dueños absolutos, nombres específicos, membretes de exclusividad.

Si nuestras autoridades llegaron a su cargo mediante una elección, ¿quién votó y les dio representatividad a los dirigentes, presidentes, gerentes o directores de los consejos, cámaras, asociaciones y la bola de ONG’s que hoy se dicen dueños de la verdad? ¿A quién y cuántos representan de verdad, cuándo y cómo los consultan?

Me revienta ver los mismos nombres en todas partes, de la misma manera que me explota la bilis el leer a diario sus declaraciones como si fuesen los únicos referentes en temas de gobernanza, buenas prácticas, transparencia, democracia, honestidad y demás. ¿Por qué diablos buena parte de ellos tiene tiempo -y mucho- sin dejar su puesto? ¿Es ese un ejemplo de democracia?

Me provoca nauseas el ver que ocupan todos los puestos de todos los consejos ciudadanos, siempre los mismos y que a pesar de que ahí están, a diario escupen veneno en los medios, sabedores que los buscan por y para eso y creen que su misión es criticar, no buscar la mejora en procesos o el bienestar de una comunidad.

¿Quién, cómo y cuándo determina que alguien es un “especialista”? Porque en muchos de los casos el aval ni siquiera es académico o de expertis, sino simplemente porque a ese “alguien” un día se le puso hablar sobre el tema y así se inventó un membrete de la que se autodesignó presidente, claro, hasta que le dan un cargo público y cuando está ahí es el primero en quejarse de las críticas y señalamientos.

Son los mismos, siempre los mismos, los dueños de la verdad, de la honestidad y transparencia, de la democracia, aunque al interior de sus organizaciones ni las conozcan; juegan un perverso papel con los medios de comunicación a los que se prestan para “dar nota” y aumentar su popularidad, aunque lo que digan no les conste, ni sea necesariamente la verdad.

Esa es una “participación ciudadana” disfrazada, porque repito tiene dueños que tienen intereses específicos, que se venden al mejor postor o en función de sus intereses. No son luchadores y muchos menos sociales, son mercachifles, ni siquiera mercenarios.

Por eso hoy aplaudo la determinación de los alcaldes metropolitanos de no ceder ante los chantajes de una plataforma que una vez evidenciada tuvo que ceder y ajustar sus evaluaciones, aunque siguió montana en su macho de pretender manipular la realidad mediante la percepción y una sesgada forma de evaluar el desempeño. Espero que el gobernador haga lo mismo y no se preste al absurdo juego.

Creeré cuando prediquen con el ejemplo, cuando practiquen lo que pregonan, cuando vea otros rostros y otros nombres, cuando no sean ajonjolí de todos los moles, cuando no sean dueños de temas específicos y cuando, finalmente, busquen el bien por encima de su beneficio.

Hasta entonces.

ftijerin@rtvnews.com