“La soberbia no es grandeza sino hinchazón;
y lo que está hinchado parece grande pero no está sano”
San Agustín
En nada ayuda Jaime Rodríguez Calderón a su imagen y gobierno al negarse a que Ernesto Canales, su fiscal anticorrupción, acuda al Congreso a comparecer por el asunto de las colchas; por contrario, aumenta las sospechas y la desconfianza.
Pero no sólo eso, el hecho sucede a unos días de su primer informe de gobierno, lo cual crea un innecesario ruido que permanecerá en el aire y que sus malquerientes lo sostienen, seguirá ahí hasta después de su Informe.
No conforme con lo anterior, en un exceso de soberbia, “El Bronco” responde a Ricardo Anaya, líder nacional del PAN, que él y otros como AMLO vienen a Nuevo León a hacer campaña para la Presidencia de la República porque le tienen temor y les ofrece asesorarlos sobre cómo conseguir que la gente vote por ellos.
Me parece que el gobernador falla en el concepto y en la forma de proyectarlo a la ciudadanía.
Sí, permitir que Canales acuda al Congreso es enviarlo a un paredón, pero ante ello lo recomendable sería ayudar, asesorar y preparar al funcionario para, con base a los elementos de su decisión, defender la postura ante el Legislativo. No ir es perder por default o no esgrimir defensa alguna aceptando las acusaciones.
Sí, es cierto, más de un millón de votantes le dieron su confianza al entonces candidato Bronco para que gobernara Nuevo León, pero los tiempos y las circunstancias no son las mismas, por lo que de ninguna manera puede presumir de gran estratega electoral. Los números en las encuestas rumbo a la Presidencia lo tienen muy claro y él no está entre los más favorecidos.
El Bronco falla en su estrategia principalmente porque no maneja los tiempos y le echa gasolina a la lumbre a unos días de su Informe, cuando debería navegar sobre aguas tranquilas que le permitieran destacar lo bueno que ha hecho él y su gobierno en este primer año, pero al avivar los fuegos lo único que conseguirá es que nadie tome en cuenta sus aciertos y sean los escándalos los que ganen los espacios.
Errores clave de manejo y de timing, elementos esenciales de la política, errores que le seguirán costando. A ver si algún día, a fuerza de darse de topes contra la pared, El Bronco aprende.