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05/06/2017

Estudios

“Un comité es un grupo de personas carentes de preparación,
nombradas por otras carentes de disposición,
para hacer algo carente de utilidad”
Fred Allen

Suena lógica la propuesta de Rebeca Clouthier de elevar la mira y exigir a los aspirantes a ocupar un puesto de elección popular que cuenten por lo menos con estudios a nivel de licenciatura, además de exigirles exámenes de control de confianza y antidoping.

Dice la cándida Rebe que lo que se pretende es evitar “que lleguen a los puestos personas improvisadas o sin los conocimientos mínimos para el desempeño del puesto”.

Pero…

Además de contravenir el precepto constitucional que dice que todo mexicano tiene derecho a votar y ser votado, el hecho de que una persona cuente con estudios profesionales no asegura de ninguna manera que cuente con la capacidad para desempeñar un cargo, como tampoco garantiza el que lo haga de acuerdo a parámetros de honradez.

Veamos.

Javier Duarte, el exgobernador de Veracruz, es licenciado en Derecho por la Universidad Iberoamericana; tiene una Maestría en Derecho, Economía y Políticas Públicas por el Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset de la Fundación José Ortega y Gasset de Madrid, España y un diplomado en Alta Dirección por el Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa, además de contar con el título de doctor en Economía e Instituciones por la Universidad Complutense de Madrid en España y maestro en Gestión Pública Aplicada por la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tecnológico de Monterrey.

César Duarte, el exgobernador de Chihuahua, es Licenciado en Derecho egresado de la Universidad del Valle de México y Roberto Borge, exgobernador de Quintana Roo, estudió la preparatoria y carrera en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, de donde egresó como licenciado en Administración de Empresas.

Y así podemos seguir con otros ejemplos.

Visto así, todos esos estudios en prestigiadas instituciones de educación superior les pudieron enseñar mucho para “desempeñar el puesto”, pero no les dieron valores para hacerlo con ética y responsabilidad, de manera que la genial idea de la buena de Rebeca termina siendo una absoluta tontería.

Por el rumbo andan los exámenes de control y confianza, porque hemos visto cómo muchos policías que los han aprobado terminan estando ligados a grupos delincuenciales y existen mil un maneras de engañar a los antidoping, sobre todo cuando son hechos sin el factor sorpresa.

Deberá Rebeca pensar en otras formas y métodos que no violenten la Constitución y que sean mucho más efectivos que su cándida idea que no nos lleva a ninguna parte.

ftijerin@rtvnews.com