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22/09/2017

Frida

“La crisis de Frida Sofía debió y pudo evitarse”
Yomero

Hoy no busco culpar ni defender a nadie, sino simplemente compartir algunas reflexiones sobre lo sucedido. La crisis de la supuesta niña atrapada entre los escombros de una escuela en la CDMX debió y pudo evitarse desde los primeros minutos en que surgió, pero fueron muchos los ingredientes que propiciaron su viralización.

En la ola montada sobre Televisa ayer hubo de todo, desde revanchas personales y profesionales, pasando por la molestia colectiva hacia la televisora que ha significado el poder en México, misma que ha sido alimentada en buena medida por políticos, hasta la infaltable aparición en redes sociales de miles de “maestros” de ética periodística e investigación documental que han pontificado “¿qué se debió hacer en el lugar de los hechos?”.

¿En realidad podemos culpar a Televisa y a la reportera Danielle Dithurbide por lo sucedido?

¿Cómo dudar si el personaje al mando de las operaciones te declara directamente que hay una niña con vida debajo de los escombros? ¿Cómo dudar si a lo anterior se suma la existencia de una “prueba científica” como lo fue el scanner térmico? ¿Cómo dudar si además hay testimonios de rescatistas y la presencia de supuestas maestras de la misma escuela colaborando en el rescate? En un área abierta y relativamente pequeña no podría existir un “teléfono descompuesto”.

Aquí toma relevancia la comunicación y el manejo de la crisis, sobre todo en los canales de salida de información y de retroalimentación.

No es posible creer la versión del subsecretario de Marina, Ángel Enrique Sarmiento Beltrán, diciendo “Queremos puntualizar que la versión que se sacó con el nombre de una niña no tenemos conocimiento; nosotros nunca tuvimos conocimiento de esa versión y no creemos”.

¿Cómo no estar enterados de la noticia que acaparó los espacios en los medios de todo el país desde un día antes? ¿Es que no tienen monitoreo? ¿Cuál es la retroalimentación que reciben de la información?

La “forma es fondo”, ¿cómo para desmentir la versión difundida de viva voz por un mando de tu mismo nivel y jerarquía se elige el lugar de los hechos, ante un reducido número de periodistas y leyendo un comunicado se deshecha todo? La “solución” sólo vino a causar más caos.

La reafirmación de su dicho, por parte del Oficial Mayor Vergara, nos devuelve a la premisa original, aunque su versión de “nunca hubo dolo” no es justificante.

Y surgen más dudas, ¿cómo es que la comunicación entre el puesto de mando y el encargado operativo era por megáfonos? ¿No había radiocomunicación segura o de perdido un celular? ¿De dónde salieron las versiones de la mano que se movía, del papel con escritos, de que la niña veía un carro y que hablaba por teléfono o mensajes? ¿Dónde están esas personas que declararon ante la cámara, quiénes son?

Una transmisión en vivo en circunstancias como estas requiere de mucha improvisación, pero hay detalles, no de los periodistas, que no pueden suceder.

Y otra vez, sin ánimo de defender, pero sí con el afán de que algunos periodistas comprendan que su vendetta termina enlodándolos también a ellos: “no matemos al mensajero”.

Si ayer mismo, producto de retroalimentación la autoridad hubiese clarificado las cosas, se habrían ahorrado muchísimos problemas.

ftijerin@rtvnews.com