“La burla y el ridículo son, entre todas las injurias, las que menos se perdonan”
Platón
Cuando hace unos días miles de mexicanos lo perdieron todo por los sismos, cuando un país estuvo en vilo por la posibilidad de que una niña estuviese viva bajo los escombros y rescatistas hacían esfuerzos por sacarla viva, cuando más recientemente las lluvias provocaron que se formara un socavón y en él cayera el auto de una familia muriendo una mujer que desapareció en un drenaje, el boletín oficial del alcalde de Apodaca en el que el edil y elementos de Protección Civil a su cargo rescatan a una vaca de una zanja, suena a burla.
Y es que menos de 48 horas antes cientos de apodaquenses vieron sus hogares inundados perdiendo muebles y enseres, ropa y documentos; hubo muchos otros que con impotencia observar como las aguas se llevaban sus autos y otros que quedaron incomunicados, atrapados por las aguas. En algunos sitios el pavimento se partió como rompecabezas por su deficiente compactación y colocación, ¿y el alcalde? Bien gracias, rescatando una vaca.
Desde el punto de vista literal el rescate de la res tiene su valor, pero pierde dimensión cuando otros muchos, miles, no recibieron la atención del presidente municipal en los momentos de apremio, ¿por qué y para qué tomarse la foto y el video encabezando las tareas del rescate? ¿Quién tuvo la brillante idea de divulgarlo y promocionarlo en medios?
Tanta insensibilidad me revienta.
Pero más me retuerce el hígado la falta de rigor periodístico de los medios que, sin cuestionar nada, le dieron cabida a esa bazofia. Me repugna el ver que, pagados o no, no son capaces de establecer un límite y hacerle ver al edil y sus asesores que eso es una absoluta aberración.
Así hubiese sido el rescate de personas, no es correcto que el alcalde haga promoción de ello, porque al final de cuentas para eso está, juró proteger a las personas y sus bienes y ver por su bienestar y bien, la vaca es un bien de un ciudadano, pero hacer nota de eso suena a frivolidad, a burla, a una pésima broma.
Me encabrita que en medio de tantas cosas y tantas noticias nadie le diga nada, pero para su bien o para su mal yo no soy igual que todos, así que desde aquí elevo mi protesta y cuestiono, ¿dónde estuvo el día de las inundaciones en muchas colonias de Apodaca? ¿por qué fue que apareció sólo por teléfono en entrevistas dando pretextos y justificaciones muchas horas después?
Basta ya de nimiedades, vamos siendo serios señor Alcalde.