“Ningún hombre con prisa puede considerarse civilizado”
Will Durant
Felipe de Jesús Cantú intenta confundir al pedir que se aceleren los tiempos para designar al candidato del PAN a la alcaldía de Monterrey.
El principal argumento de la petición de Cantú es que “Entre más tiempo pase, más riesgo hay de que se haga garras la parte interna y que no podamos sacar la unidad que necesitamos, también hay tiempo para las curaciones”.
Imagino que habla de las curaciones que no vio ni anticipó y que tampoco le importaron hace tres años. Creo que hace un examen de conciencia tardío de los daños que su candidatura y su pésima campaña le causaron a su partido.
Pretender acomodar los hechos a tus gustos o necesidades es, otra vez Felipe, ¡otra vez Felipe!, un inmenso abuso, una enorme confusión sobre tus posibilidades reales que ya pudiste apreciar en la elección anterior, la gente no te recuerda ni tienes un soporte real. ¿Cuál es la prisa ahora?
La urgencia de Felipe es impedir que lleguen otras opciones, que aparezcan otras caras más populares o con mayor arrastre. La prisa es porque se sabe endeble y frágil, porque tiene miedo a competir así sea en una encuesta.
Por lo anterior, que no invoque a la unidad del partido y las mejores prácticas, que mejor diga la verdad, que explique que le gustaría apresurar los tiempos porque eso y sólo eso, es lo que a él, y también sólo a él, le conviene.
¡Cuentos no Felipe, que ya estás grandecito!