Texto Header
04/01/2017

Ideal

“La política es el arte de aplicar en cada época aquella
parte del ideal que las circunstancias hacen posible.
Antonio Cánovas del Castillo

El mayor de nuestros problemas radica en que los políticos construyen la solución de “los problemas” en función de inmediatez, sin visión de futuro y mucho menos planeación y lo peor es que lo hacen partiendo desde la premisa de un mundo ideal.

Sí, suena muy bonito aquello de reducir los índices de contaminación y facilitar la movilidad impulsando el uso del transporte público, pero resulta que nuestro transporte es caro, mal trazado y deficiente, porque ha sido concebido y se ha desarrollado atendiendo a todo tipo de propósitos y beneficios, menos el de los usuarios.

Sí, se escucha muy bien eso de facilitar los traslados y movimientos, pero tenemos malas vías, mal planeadas, llenas de baches, por la falta de interés o por el capricho de alguien que no quiere ceder ante la necesidad de crecer.

Está a todo dar eso de brindar posibilidades para que la gente tenga su casa propia, pero no cuando se aprueban fraccionamientos sin tomar en consideración aspectos como conectividad, transporte, servicios, escuelas, supermercados, iglesias, parques y demás.

Es comprensible incrementar el predial para poder cumplir con la encomienda de brindar servicios, pero si no tenemos capacidad económica, física, técnica y humana para satisfacer las necesidades actuales, ¿para qué seguir autorizando nuevos fraccionamientos a lo tarugo?

Tenemos una tenencia “porque la necesitan las arcas del gobierno”, pero se incumple con el espíritu que la creo de tener mayor y mejor infraestructura, ¿entonces para qué pagamos tenencia si los beneficiarios -los dueños de los vehículos- no reciben una contraprestación?

Y así podemos seguir, porque todo lo que nos cobra el gobierno está sustentado sobre la base de un mundo ideal que ya existe o que quieren construir, pero sin tocar el ya existente, sin atreverse a dar un salto y reconstruir lo que todos sabemos está mal de origen.

Sí, es verdad, nuestras gasolinas hoy tienen un precio competitivo con las del mercado internacional, el problema es que nuestros salarios y ritmo de vida no están al parejo, ¿cómo le hacemos?

Para llegar a ese ideal se requiere de una sola palabra: congruencia.

A ver si la van aplicando también y empiezan por ajustar el cinturón del gobierno, antes que el de los ciudadanos.

ftijerin@rtvnews.com