“Estos no se arreglan ni volviendo a nacer”
Yomero
“In”.
No, no hablo del anglicismo empleado para decir cuando algo está “en onda” o bien hecho, sino de los priistas de Nuevo León que en medio del descrédito, desconfianza y repudio ciudadano, se entercan en hacer mal las cosas.
Sí, son “in”, por inmorales, indecentes e inapropiados, además de inodoros, incoloros e insípidos.
No han entendido que la gente los detesta, que ya no les cree nada, que está dolida por su alejamiento, por su olvido, porque sólo acuden a ellos en campaña y cuando requieren del voto, pero sobre todo por su in, su incongruencia.
Nada más a ellos se les ocurre.
El viernes el diputado Héctor García organizó una reunión “de inicio de año” a la que denominó “Para que la gente viva mejor”, a la que invitaron a líderes de su partido, dirigentes y funcionarios públicos.
El problema es que todos ellos no son “la gente”, ellos son los priistas, los que comparten una visión y plataforma, un estatuto, una manera de ver las cosas y de los cuales, en su mayoría, seguramente había acarreados para el aplauso y la porra.
Y en el colmo del auto engaño hablaron de que son tiempos de unidad, de que los mexicanos estemos juntos, de que saben de la molestia y enojo de la gente, pero que tenemos que estar hombro con hombro para salir adelante.
¿De verdad se lo creen ellos mismos? Porque nosotros no, eso que Héctor García hizo el viernes pasado fue un “in”, un “in” de insulto a la “in”, de inteligencia de los ciudadanos en una magna inmoralidad.
Deberían dejar de ser “in”, de inconscientes, ponerse a trabajar, saber que las cosas no se resuelven con una reunioncita entre ellos, sino en la calle, escuchando a las personas, aguantando los reclamos, resolviendo los problemas.
Sí, son muy “in”, muy inmaduros a pesar de tantos años, de tantas derrotas y de ser tan viejos.