“El hombre superior piensa siempre en la virtud;
el hombre vulgar piensa en la comodidad”
Confucio
Aunque en el fondo sea más corriente que común, no es raro ya en nuestro tiempo presenciar el vergonzoso comportamiento de seres sin valores ni escrúpulos que anteponen su interés personal a cualquier otro y que a la primera de cambios demuestran su esencia.
A unos días de que inicie la nueva legislatura en el Congreso de Nuevo León, ya empezó a desgranarse la mazorca e hizo su aparición en escena la primera diputada que en un acto del trapecio y sin red protectora dejó el Partido Encuentro Social, mismo que la llevó a su nuevo encargo, para convertirse en “independiente”.
Sin confirmarlo, se rumora que Alejandra García Ortiz se cuestionaba sobre la permanencia del PES a nivel nacional y de ahí su decisión de irse “por la libre”, lo que en realidad se traduce en colocarse en un aparador a la venta de quien pueda convencer su voto.
Lo realmente grave es percatarnos de la falta de valores y compromiso, de comprender que para ellos el ideario y los principios del partido no existen y que simplemente utilizaron los colores y el emblema para que alcanzar su propósito, lo que nos lleva a concluir que piensan igual acerca de sus promesas de campaña y defensa del electorado.
Están ahí por ellos y para ellos y ya veremos en los próximos días y meses la manera en que la mazorca se sigue desgranando, la burda forma en que los camaleones cambian de color y las víboras mudan de piel y seremos testigos de triples saltos mortales que lo único que nos dejan en claro es que para ellos no existen los valores ni los principios y que no conocen el significado de la palabra lealtad.
Empezó la temporada de los elotes.