“El primer paso de la ignorancia es presumir de saber”
Baltasar Gracián
Ni como mal chiste se le puede aceptar a Yamilett Orduña, encargada (perdón, pero me niego a llamarla presidenta) del Instituto Estatal de las Mujeres, el que ande presumiendo que la Secretaría de Gobernación emita una alerta de género para Nuevo León solicitada hace cuatro años por una asociación civil.
La señora Orduña intenta colgarse una medalla ajena y eso no es correcto, porque además, así se decrete la alerta, aquí no sucederá absolutamente nada.
Dijo Yamilett: “con esta alerta se emiten recomendaciones de la Federación, donde se establecen los mecanismos para la protección de los derechos humanos de las mujeres y, por otro lado, para que cese la violencia”.
Órale, ahora resulta que la violencia se termina por decreto.
Y no conforme con eso, la señora agregó que “el Estado impulsará acciones como convenios de vinculación con asociaciones civiles y un programa estatal contra la violencia”.
¡Recórcholis! ¿Pues qué no se supone que esa es su labor cotidiana; por qué tiene que esperar a que le decreten una alerta para ponerse a chambear?
La realidad es que en Nuevo León existe un Instituto Estatal de las Mujeres vacío, sin contenido ni fondo, sin rumbo ni estrategia, sin agenda y sin cabeza y la demostración más fehaciente de ello es que su encargada tiene que andarse colgando de hechos externos para aparecer en los medios y fingir como que hace algo.
Lo más grave es la torpe manera de festinar las cosas y la ¿inocencia? de creer que con un decreto se terminarán los problemas. No hay duda de que Yamilett Orduña vive en otra galaxia que no es Nuevo León.
Señora, por mucho que lo intente, la medalla no es suya.