“No hay mayor mentira que la verdad mal entendida”
William James
Desde hace muchos años he manifestado mi abierto apoyo a los clubes de futbol americano infantil y he hablado del fallido proyecto-pretexto original de conectar Morones con Lázaro Cárdenas por ahí, como también de los terrenos del Planetario y su “intercambio” por los de Akra; de siempre he criticado la actitud visceral y los abusos de Mauricio Fernández.
Sin ser un acto de autoridad, lo que ayer hizo el edil traspasa cualquier cosa: mentir públicamente.
¿Qué pensó Mauricio cuando al salir de Palacio de Gobierno dijo que en cinco minutos se había puesto de acuerdo con el Gobernador y que le iban a devolver el terreno de Pumas al Municipio?
Unas horas después el propio Bronco lo desmintió aclarando que habían acordado buscar una forma de que los policías que atendiendo instrucciones superiores se quedaron dentro del terreno puedan rotarse con otros elementos, pero hasta ahí.
Y el asunto de los policías presuntamente “secuestrados” por la Procuraduría es también un cuento del Alcalde, porque si bien no pueden romper los sellos impuestos por la Procuraduría, el que los uniformados salgan de ahí se soluciona fácil con una escalera o saltando la cerca; pero no, hay que hacer drama y decir que no se han bañado y que están sin agua ni alimentos. ¡Más mentiras!
Al final me queda la sensación de que lo de Mauricio es una venganza personal, un capricho, porque parques tiene por montones en todo el municipio, pero quiere esos parques “a la de a fuerza”.
Mauricio no entiende de “inversión social” y de que al gobernar es necesario ponderar el beneficio mayor por encima del menor; a Fernández no le gusta que nadie le de “contras” y eso fue lo que hicieron los padres de familia.
El asunto es muy sencillo: cuántos beneficiarios con los clubes y cuántos perjudicados entre los vecinos.
Miente Mauricio cuando dice que los clubes de futbol americano infantil son un negocio para las directivas y miente sólo para tratar de justificar su capricho, Fernández Garza miente para justificar su proceder producto de un gobierno motivado por la víscera y no por la razón.