Gracias a los lectores que se molestaron en leerme y mostrar su desencanto por mis letras acusatorias contra Enrique Martínez y Martínez despedido de SAGARPA por ineficiente, flojo y corrupto, pero luego de exponerles particularmente mis razones, sigo considerando lo mismo: ineficiente, flojo, corrupto, además piel delgada.
El sistema colectivo de transporte METRO que debería de ser una solución a los problemas y un fistol de presunción por lo elemental de la misión para lo que son diseñados en el mundo, en nuestra entidad significa lo contrario, obsoleto y corrupto siendo las razones demasiado simples, está en manos de improvisados y corruptos que les fueron liquidados sus servicios en otras áreas, como el caso de Mario Guerrero por su quehacer político o en el caso Javier de la Garza por ser un funcionario dúctil que administra sin chistar y cuando le dicen rana, brinca; pero inteligencia y talento, ¡bah! para que tanta exigencia.
Detrás de estos funcionarios siempre el perverso de la corte, Erik Araiza que operando con rapidez aunque con deshonestidad hace llegar los portafolios a donde deben llegar y recibe la oportunidad de dar mantenimiento a sus numerosos autos europeos de modelo reciente adquiridos con los remanentes y porcentajes de lo desviado. Lo que si queda claro para todos los que laboran en la empresa: no se mueve una hoja -que signifique dinero- si no pasa por el escritorio de Araiza.
Un caso digno de mención es que su hermano mantiene una pequeña oficina donde se reportan las empleadas de una compañía de limpieza para distribuir las cargas de trabajo sin tener plaza en la trasportadora colectiva pero como está asociada con la familia Botello Reed, Erik es juez y parte sin haber quien pueda denunciar por temor a perder el empleo, ya que Araiza quitó de su puesto a Gerardo Álvarez degradándolo a gerente para ser nombrado Director de Administración y Finanzas.
Por METRORREY han pasado directores de chile dulce y de manteca sobresaliendo Rolando Valle que con capacidad y experiencia estuvo durante años detrás de los directores que fueron nombrados pero Valle era el que realmente capitaneaba el vagón, similar el caso del segundo de Alfonso Reyes alias el “dormilón” es el que trabaja, que siendo encargado de la operación técnica por un padecimiento endémico añejo dormita en las reuniones de trabajo sin darse cuenta de lo que sucede.
Otro interesante caso es Oscar Guerra Ibáñez octogenario y eficiente colaborador desde el gobierno de Jorge Treviño que fue nombrado Director Comercial en lugar de Carlos Barona que dejó el cargo para disputar la alcaldía de García, pero como Mario Guerrero salió por razones conocidas, su fiel escudero perdiendo en sus aspiraciones en el municipio gobernado por “El Bronco”, ya no pudo regresar a METRORREY.
Cantaba Luis Aguilé, “por esto y muchas cosas más…”, el METRO sigue sin dar pie con bola, perdiendo dinero a manos llenas y ojalá el nuevo gobernador nombre un verdadero director y no un encargado de despacho.
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Colaborador: Chava Portillo