“Todos los días Dios nos da un momento en que
es posible cambiar todo lo que nos hace infelices.
El instante mágico es el momento en que un sí o un no
pueden cambiar toda nuestra existencia”
Paulo Coelho
Los servidores públicos lo son de 24 horas, los 7 días de la semana, los 365 días del año; su responsabilidad no descansa, como no detienen su tiempo los problemas y las encomiendas que ellos tienen.
El “cuento chino” de que no están en horas de trabajo es un bulo. Si la circunstancia lo amerita, un trabajador o ejecutivo en cualquier empresa debe presentarse a laborar fuera de horarios y en los días de descanso.
Se les paga por trabajar, por desquitar un salario, por entregarse en cuerpo y alma a una labor y en el caso de los servidores públicos, además, por cuidar el manejo del personal y recursos a su cargo.
Desde hace días veo en redes sociales una campaña de Yamilett Orduña, la titular del Seguro Popular en Nuevo León, quien publica con demasiada frecuencia unos videos que titular “Momentitos de Reflexión”.
Más allá de la discusión de si tiene o no tiempo libre, me preocupa que esos segmentos aparezcan en Facebook como “publicidad”, por lo que debería preguntarle a la funcionaria ¿quién y cómo paga esas publicaciones?
Yamilett lo hace en su oficina, ¿con qué cámaras, en qué horarios? Son preguntas esenciales para evitar malos entendidos.
La labor de la encargada del Seguro Popular no es la de difundir cápsulas de superación personal, su trabajo es otro, muy distinto y del cual hasta ahora no tenemos mayor información, de manera que su sobreexposición en redes sociales suena a una promoción personal que, de acuerdo a la ley, no debería tener si es que acaso está pagada con recursos públicos.
“No hay que hacer cosas buenas que parezcan malas”, dice el refrán y lo que Yamilett Orduña no parece mala, sino muy mala. En lugar de subir videos con “consejitos” debería dedicarse a incrementar el número de beneficiarios y cuando haya logrado un verdadero cambio en las condiciones de salud y protección a los ciudadanos, informarlo por los conductos normales.
Si realmente desea trascender, que se dedique a hacer bien su trabajo, pero de tiempo competo, no de “momentitos”.
