“Ningún tonto se queja de serlo; no les debe ir tan mal”
Noel Clarasó
Tan inteligentes, modernos y cosmopolitas que somos, con los mejores profesionales de muy distintas ramas y magníficas universidades, pero sin mucho espacio de maniobra y mucho menos recursos para aliviar nuestras colapsadas vialidades, ¿por qué a nadie se la ha ocurrido instalar un “ódromo” en el plan del Río Santa Catarina?
¿Por qué “ódromo”?
Porque por igual sería un “protestódromo” que un “carreródromo” o un “peregrinódromo”, cuestión de organizarse en la agenda, aunque mucho me temo que en caso de que se avance en la idea, nuestras autoridades tendrán que realizar unas 25 juntas para “coordinarse de manera efectiva y eficiente” y luego de esas reuniones acordarán sobre la necesidad de crear un ente autónomo que maneje las instalaciones, con presupuesto y capacidad jurídica, motivo por el cual sostendrán una álgida discusión con el Ejecutivo para decidir quién estará al frente de la nueva dependencia, y sin importar quién sea, de todos modos decidirán que es necesaria la creación de una comisión ciudadana que garantice la transparencia y buenos manejos.
Nos quejamos a diario, pero nada hacemos para evitar los atorones provocados por protestas o marchas y para colmo, se autorizan carreras a pie o en bicicleta cerrando las calles y a finales de año debemos soportar las peregrinaciones.
Lo he propuesto con anterioridad, pero es como sembrar en el desierto o a mitad del mar, ¿por qué no les aplanan y emparejan una vía en el plan del Río, desde Santa Catarina y hasta Guadalupe y ahí que marchen, hagan deporte o le recen a la Virgen, del punto que quieran al otro y son un poquito más conscientes con la ciudad y su entorno?
La marcha, el deporte o la peregrinación cumplirían su objetivo sin perjudicar a los demás; sólo en el caso de los protestantes (me refiero a los que marchan protestando por algo), tal vez no cumplirían su misión y propósito de joder la vida de los demás a manera de presión, pero el otro fin, que es que los vean, se supliría con creces al hacerlo a mitad de nuestro Santa Catarina.
La pista, además, cumpliría funciones de ser una ruta para vehículos de emergencias en casos de siniestros y accidentes, sin la frustrante escena de ver a ambulancias, carros de bomberos o patrullas atoradas a mitad de Constitución o Morones Prieto.
¿Por qué estamos tan ciegos?
Ojalá algún día entiendan y lo construyan, porque no tiene mayor costo y sí muchos beneficios.
P.D.- Doy acuse de recibo del “recadito” que mandó ayer el diputado Samuel a través de interpósita persona que se dio gusto con las descalificaciones e insultos por lo que escribí; no contaba el legislador con que sus propios compañeros le exigirían una disculpa pública por acusar sin pruebas, actuar con ligereza y manchar la imagen del Congreso. No tengo mucho qué explicar, la disculpa de ayer de Samuel García lo dice todo.
