“La cultura es la memoria del pueblo, la conciencia colectiva
de la continuidad histórica, el modo de pensar y de vivir”
Milan Kundera
La decisión de reducir a una ínfima cantidad el presupuesto destinado a la cultura por parte de nuestras autoridades federales, termina siendo una tristísima noticia.
Más que el importe mismo, la grave noticia nos deja ver la poca importancia que nuestros legisladores le brindan a un aspecto fundamental de la formación humana, sobre todo cuando las condiciones sobre inseguridad nos abruman y acechan.
Todos, en algún momento de la vida, hemos sabido de genios que han dejado su condición de pobreza y marginación gracias a una oportunidad, misma que es responsabilidad de la sociedad brindar, pero que dados los presupuestos se antoja más que imposible conseguir.
El que un joven encuentre en la música, las letras, la pintura o escultura, la danza o fotografía, su vocación de vida y esto lo aleje de las malas influencias, debiera ser no un simple propósito o un frío número para las estadísticas gubernamentales, deberíamos de pensar en cada uno de ellos como lo que verdaderamente son, una pieza rescatada en beneficio personal y de la comunidad.
Pero si como sociedad no somos capaces de crear esas condiciones por la falta de visión de nuestras autoridades, difícilmente podremos ofrecer a esos niños y jóvenes para que se alejen del duro entorno que los rodea.
Porque además la actividad cultural viene a ser la válvula de escape que suple las deficiencias que nuestro sistema educativo y de empleo tienen hoy en día; la otra, la de las actividades deportivas, sufre por las mismas estúpidas decisiones.
Nos quedamos sin opciones por la falta de visión y estrategia de unas autoridades que ven lo corto y no lo largo, que atacan las consecuencias más no las causas, que no son capaces de aplicar paliativos y buscar salidas, que ponderan el gasto por encima de la inversión.
Qué tristeza que Nuevo León tengo hoy 73 por ciento menos apoyo para la cultura.
¡Muchas gracias a nuestros inútiles diputados que no supieron defender algo que verdaderamente es importante! ¡Y que no me vengan con cuentos ni historias, la culpa es suya, de nadie más!