“Lo que es parejo, no es chipotudo”
Dicho popular
Lo he comentado antes, lo de las candidaturas y la paridad me parece un tema fútil, no por su fondo, sino por las formas en que es planteado. Creo en que mujeres y hombres somos iguales en derechos y capacidades, pero obligar a candidaturas por mitad y mitad sólo por diferencia de género me parece una absoluta aberración.
Para empezar en Nuevo León es imposible, porque siendo 51 municipios resulta que habrá 26 candidatas mujeres y 25 hombres, lo cual no es parejo.
Lo más triste es que esta pírrica victoria propiciará que no sean los mejores quienes alcancen las candidaturas al existir la aduana del género, de manera que excelentes prospectos, hombres y mujeres, se quedarán en la banca simple y sencillamente porque ahí tiene que ir alguien de “este” género.
Tengo el honor de conocer y haber tratado a extraordinarias mujeres en la función pública y la política, pero el simple hecho de ser féminas no les da ni más inteligencia, ni mayor integridad, ni más capacidad, ni nada diferente, justo como lo pelean, somos iguales.
Pero lo hemos visto ya, si con los candidatos hombres sucedió, ¿por qué ahora los votantes no se inclinarán a emitir su sufragio por la más bonita, la de mejor cuerpo, la más simpática, la más entrona? Y todos estos atributos nada tienen qué ver con una administración eficiente, ordenada y honesta.
Quien al final pierde es el ciudadano que tendrá que aguantarse con lo que los partidos y las autoridades electorales les pongan en la boleta, que no necesariamente serán ni los mejores, ni los más preparados, ni los más honestos, ni los de mejores proyectos, estarán ahí porque son mujer u hombre y nada más.
Gana el género no la sociedad y eso, créame, no es parejo ni justo, mucho menos lo ideal.
